_
_
_
_

La vuelta

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

El ciclismo ha pasado a ser un deporte de segunda fila. Desaparecido Luís Ocaña, el último corredor polémico, las grandes carreras han perdido casi todo su interés para los aficionados.La Vuelta a España -por llamarla de alguna manera, ya que siempre tiene un recorrido limitado- va a comenzar sin que ni siquiera en las páginas deportivas de los periódicos se le haya dado gran énfasis. Faltan figuras que llamen la atención. Faltan los viejos grandes duelos en los que el país se dividía entre Loroño y Bahamontes, como con Joselito y Belmonte.

El ciclismo está mortecino y sólo un milagro puede darle nueva luz. Este es, sin duda, uno de los deportes con los que acaba la sociedad desarrollista. El futuro de esta disciplina está, probablemente, en aquella vieja modalidad del cicloturismo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_