El presidente de la Federación Centro, contra la Nacional

Nicolás Alvarez de Bohórquez, nuevo presidente de la Federación Centro, que ha tomado posesión de su cargo hace tan sólo unos días, enjuicia duramente la política mantenida por los responsables de la hípica y concretamente la labor de José Arango y de Martínez de Vallejo, presidente y vicepresidente de la nacional, respectivamente.Nicolás Alvarez de Bohórquez dijo a EL PAIS que la crisis en la Federación comenzó cuando el año. pasado por estas fechas dimitieron seis miembros de la nacional, entre los que él se encontraba. La junta directiva fue suplida con grandes problemas, ya que nadie estaba dispuesto a colaborar con Martínez de Vallejo. Los problemas ahora son mayores y, según Alvarez de Bohórquez, el presidente no va nunca por la Federación y a Martínez de Vallejo sólo le interesa el equipo y los resultados en el extranjero, que son cada vez más catastróficos.

Para Alvarez de Bohórquez y el sector de la hípica que representa, la culpa de los fracasos en los concursos extranjeros no es ni de los caballos, ni de los jinetes, sino de la dirección técnica. Según el presidente de la Centro, los jinetes son buenos y los ca.ballos siempre los compran en los mismos países extranjeros, que siempre ganan, y a los precios más caros.

Deporte desde abajo

La solución que Bohórquez ve a la hípica es que entre una Federación que se ocupe de fomentar el deporte desde abajo, olvidándose de los Juegos Olímpicos. Alvarez de Bohórquez piensa que mientras continuemos con el complejo de ganar una medalla, no se ganará nunca. Para ello hay que hacer una programación de concursos progresiva, empezando por los más sencillos, para estar en forma en el año olímpico. Lo que no se puede hacer, según el nuevo presidente, es comenzar la temporada en Ginebra, que es uno de los concursos más fuertes de Europa, como este año se ha hecho. En la Copa de Naciones se obtuvo la última posición.El equipo se está preparando en estos momentos de cara a los próximos Juegos del Mediterráneo, donde el peor papel que se puede hacer es quedar terceros ya que el nivel de la hípica es muy bajo en dicha competición.