Los centristas tendrán mayoría en las diputaciones de de Alicante y Castellón

El avance de la izquierda en las elecciones municipales no afecta a la formación de las diputaciones provinciales, que en dos de las provincias valencianas, Alicante y Castellón, serán mayoritariamente ucedistas, al contrario que en Valencia, donde el PSOE, con un diputado de diferencia con UCD y con el apoyo de los cinco diputados comunistas, tiene asegurada la presidencia.Este desfase entre los resultados electorales y la correlación de fuerzas en el seno de las corporaciones provinciales se extiende también al nuevo Gobierno preautonómico, que tras los comicios municipales sufre una remodelación al reducir a nueve sus actuales doce representantes elegidos entre los parlamentarios y al ampliar los representantes de las diputaciones provinciales de tres a nueve. La hegemonía alcanzada por UCD en los pequeños municipios y en la provincia de Castellón hace que de estos nueve últimos consejeros pertenezcan seis a UCD y tres al PSOE.

Una mayor fidelidad al voto popular guarda la distribución de las nueve consejerías a repartir entre los parlamentarios. De acuerdo al empate a escaños entre el PSOE y UCD en el País Valenciano, con diecinueve parlamentarios, se da como seguro que cada uno de los dos partidos mayoritarios ocuparán cuatro consejerías,mientras el PCPV se quedará con una.

Por tanto, en el futuro Consejo, UCD dispondrá de la mayoría, con diez consejerías, frente a siete del PSOE y una del PCPV. Esta es la razón por la que un sector del partido socialista, identificado con la línea del equipo de Joan Pastor, secretario general, es partidario de abandonar la presidencia.

Con todo, el decreto-ley de la preautonomía, si bien favorece a UCD, al ampliar el número de consejeros en representación de las diputaciones establece que la elección de presidente se realizará por los nueve consejeros procedentes del Plenario de parlamentarios, en donde la izquierda es mayoritaria. Los socialistas, que mantienen la posición de no abandonar la presidencia -entre ellos el propio presidente, José Luis Albiñana-, creen factible obtener el apoyo del único voto comunista a su candidatura y, de esta forma, romper el empate a cuatro con el candidato ucedista.