Lo mejor, el cierre

El comienzo de la sesión de ayer, martes, difícilmente podría haber resultado más desesperanzador. Las órdenes que acudían en buen número al parquet presentaban en su mayoría saldos vendedores, y el dinero brillaba por su ausencia, por lo que la debilidad se constituía en denominador común de los valores que se contrataban en los primeros corros, y el mal ambiente se extendía entre los asistentes.Hubo de ser la entrada de alguna orden compradora de varios millares de títulos para Hidrola, de origen extranjero, quien hiciese cambiar el rumbo de lo que parecía iba a ser una reunión desastrosa. Poco a poco los distintos grupos se iban incorporando a la corriente compradora, hasta que al cierre el dinero resultaba mayoría en valores punteros de los sectores eléctrico y bancario.

El grupo que observaba un comportamiento más desfavorable era el de inversión, cuyo índice parcial cedía casi seis puntos ante la presencia masiva de órdenes, vendedoras.

Los bancos entraban en «caja» en franca oferta, mientras la tendencia cambiaba sobre la marcha y dos de sus valores pasaban a quedar con algún dinero, Santander y Popular. A pesar de las considerables diferencias que señalaban los cambios del grupo con relación a los otros dos mercados, el cierre resultaba entonado.

Después de hora, los habituales comentaban favorablemente el fondillo de firmeza apreciado y la relativa resistencia a la baja que mostraban algunos valores concretos.