Crece la tensión entre Argelia y Marruecos por la guerra del Sahara
El rey Hassan II propuso ayer la creación de un Consejo Nacional que elaborará la estrategia política y de seguridad de Marruecos. La decisión del monarca alauita fue anunciada en el mensaje que dirigió al Parlamento, convocado por él mismo en sesión extraordinaria. Hassan II justificó la necesidad de tal organismo en la convicción de que ya no hay posibilidad de arreglo pacífico con Argelia en el conflicto del Sahara occidental, afirmación que constituye una subida de tono en la tensión entre los dos países.
La reacción argelina ante el anuncio de Hassan II supone una corroboración de esto último. Los medios argelinos consideran posible ahora una escalada militar en la guerra del Sahara con la creación del Consejo Nacional de Seguridad marroquí.Hassan II lanzó duros ataques contra Argelia, a quien acusó de «organizar y equipar en su territorio un verdadero ejército (el Polisario) para atacar a Marruecos». Afirmó que la paciencia de Marruecos «había llegado a su límite» y que el destino de Marruecos estaba en juego.
En el citado Consejo Nacional estarán representadas todas las tendencias políticas del país y su misión será elaborar la estrategia para preservar la integridad territorial y la seguridad del Estado marroquí.
El mensaje real, en contra de lo que se esperaba, no fue leído por el propio monarca. sino por el consejero real Ahmed Reda Guedira. En él, Hassan II reafirma su compromiso constitucional de ser el guardián de la integridad territorial del reino «en sus fronteras auténticas» y que cumplirá su obligación «en toda circunstancia y sin desfallecimiento».
La propuesta de Hassan II ha coincidido con la formación del nuevo Gobierno en Argelia y la designación del Buró Político del Frente de Liberación Nacional (FLN) -partido único-, con un predominio de los representantes de la «Iínea radical». La gran sorpresa ha sido la salida del «moderado» Abdelaziz Buteflika del cargo de ministro de Asuntos Exteriores. después de haber sido el jefe de la diplomacia argelina durante quince años. La otra sorpresa ha sido el ascenso de Salah Yahiaui, jefe de fila de los «radicales» a «número dos» del régimen, tras el presidente Chadli Benjedid.
Con este nuevo Gobierno, la posición argelina de apoyo al Frente Polisario no sufrirá, al parecer, modificación alguna.
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