El Banco de España recomienda a la banca reforzar sus reservas antes que los dividendos
Por primera vez en muchos años al menos un banco presenta a su junta general pérdidas correspondientes al ejercicio pasado. El hecho no es muy significativo, ya que se trata de una entidad de pequeño calibre recientemente adquirida por un gran banco que no tiene ningún inconveniente en presentar una pérdida, no pagar el dividendo y esperar al próximo año para ofrecer un balance adecuado y que evidencie una buena gestión. Esta novedad no quiere decir que los bancos siempre ganen dinero ni mucho menos. Lo que hasta ahora ocurrió es que para los responsables de una entidad bancaria presentar un buen balance, más o menos apañado, y pagar un dividendo a sus accionistas fue mucho más importante que tener una estructura saneada en sus cuentas y una capitalización acorde con los recursos y sobre todo con los riesgos con que cuenta.
La política de dividendos ha primado hasta ahora en la banca sobre la de la solidez y solvencia, y ese será un coste que muchas entidades bancarias tendrán que ir pagando. Afortunadamente para la banca, en 1940 el ministro Larraz puso en vigor una ley denostada en los últimos tiempos en virtud de la cual los bancos no han podido repartir desde entonces de forma directa más dividendos que el 6% de su capital y reservas. Esta ley ha permitido en muchos casos que los bancos se capitalizaran e incrementaran sus reservas en forma razonable. Sin esa ley, algunos de los grandes bancos actuales no existirían como tales. Hay que señalar en este punto que esa aparente congelación de dividendos estimuló la política de ampliaciones de capital en los años sesenta, que marcó carácter en las bolsas españolas y desplazó el interés del inversor de una ortodoxa observación de la solidez y rentabilidad de las sociedades a la consideración especulativa de las ampliaciones en muchos casos aventureras.Estas actitudes tienen que modificarse y de hecho algunos bancos han comenzado a alterar sus prioridades. La preocupación por los riesgos, por los costes de estructura los límites a coste del pasivo son temas claves para los administradores responsables de los bancos en estos momentos.
Demanda del Banco de España
En esta situación el Banco de España. después de la circular remitida a los bancos al finalizar el pasado año, que ha sido denominada «la pastoral», en la que se establecen sistemas de contabilizar los riesgos en curso de la banca, los impagados y se pide una mayor transparencia en los balances, ha decidido pedir a los bancos un mayor reforzamiento de sus recursos.En esta ocasión no se ha procedido, según ha podido saber EL PAIS, por la vía de las circulares, sino por la de las sugerencias verbales. Las autoridades monetarias han recomendado a una serie de bancos con mayores riesgos que traten de reforzar sus recursos propios antes de repartir dividendos. Se trata de que la distribución de los beneficios se haga mirando hacia el futuro y no sólo a la vista de los posibles aplausos de la junta general inmediata.
Para muchos bancos, especialmente los industriales, el pasado ejercicio ha sido regular, por no decir malo. La rentabilidad de sus carteras de valores ha sido baja, ya que las sociedades no han generado beneficios. El coste de sus recursos ha sido alto, ya que la competencia en un mercado con poco dinero en oferta ha sido espectacular. Además. los costes de estructura han sido elevados, ya que todos los bancos han practicado en los últimos tiempos una política expansiva de su negocio.
Todo ello ha supuesto que los beneficios no sean espectaculares en todos los casos y que los riesgos se mantengan altos. La postura del Banco de España ante esta situación ha sido pedir a los responsables de esos bancos que a la hora de repartir los márgenes de explotación se preocupen más de reforzar las cuentas de previsión de fallidos y las reservas que de cubrir el dividendo máximo del 6% del capital y reservas. En algunos casos, esta recomendación podría plantear algún problema fiscal por la limitación existente a la hora de hacer previsiones para, riesgos, pero todo parece indicar que los responsables de Hacienda tratarán de eliminar esas dificultades.
En otros bancos, fundamentalmente en los grandes comerciales o mixtos, todo parece indicar que los beneficios serán mayores que en pasados ejercicios, pero a costa de haber llevado los costes del dinero a límites poco soportables para muchos de sus clientes.
La recomendación del Banco de España parece que va a ser seguida por más de una docena de entidades después de que sus consejos de administración estudiaran los efectos que puede causar en su imagen pública una rebaja en el dividendo, aunque consigan mantener una cifra de beneficios similar a la de otros años. Todo parece indicar que se impondrá la cordura y que algunos bancos preferirán el riesgo de una pérdida momentánea de imagen en algún sector a cambio de reforzar sus recursos propios y prevenir posibles problemas futuros de solvencia o liquidez que tengan mucho mayor coste.
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