El Madrid no dio talla de campeón
El Bosna de Sarajevo puso firmes y en apuros no sólo al Madrid, sino al Pabellón, que vibró como hacía tiempo que no lo hacía al ver que el triunfo se le podía escapar a su equipo. En estos momentos difíciles, la entrada en la cancha de López Iturriaga y Cristóbal, sustituyendo a Cabrera y a Walter, resultó decisiva para que la victoria se inclinase del lado blanco. El conjunto yugoslavo jugó, salvo al final, con serenidad e inteligencia, pero, no obstante, el Madrid evidenció una vez más que algo le falta para expresarse en la cancha como un campeón europeo.Pese a que se llegó al descanso con ventaja de un punto para el Madrid, casi siempre fue por delante en el marcador e incluso llevó la iniciativa en el juego el Bosna, que se jugaba muy bien todas y cada una de sus bazas sin perder balones. Delibasic mandaba y hacía jugar al resto del equipo porque estaba muy suelto, y es que Lolo Sainz se equivocó al colocar a Brabender como defensor de un hombre de características distintas y en estos momentos con mayor movilidad. Si a esto unen el que Rullán se quedara en dos puntos y el que Benacek y Varajic estuviesen muy acertados en ataque obtendrán las razones de esa superioridad yugoslava.
No cambiaron muchos las cosas al principio del segundo tiempo (a los veintiocho minutos, 64-64) y por fin Sainz se decidió a dar entrada a Iturriaga y Cristóbal. Fue un acierto, y el cambio resultó decisivo. El vasco -cuya evidente superioridad sobre el resto está en el pase y dio uno a Rullán que fue lo mejor y más baloncestístico del partido- «alimentó» de balones al mallorquín, que en los primeros treinta minutos tan sólo hizo dos puntos. Cristóbal hizo de todo y bien, y además sumó los puntos necesarios y en momentos importantes. Brabender volvió a dar la cara y a ser el más regular y el mejor en su sitio y en su misión.
Importante lesión de Meneghin
El jugador del Emerson Meneghin se fracturó el «pulso» de la mano izquierda y deberá permanecer inactivo cuarenta días, lo que compromete seriamente su participación en los próximos partidos de Copa de Europa, entre los que está el del día 22 de marzo en el Pabellón.
Respecto al Madrid, la baja queda en cierto modo equilibrada por la de Corbalán, aunque un hombre alto siempre es más importante. Por otro lado, es curioso destacar que en la final europea de Amberes (1976), Meneghin tuvo el brazo escayolado, y el Madrid, que por esta causa salió como gran favorito, perdió. Fue el último año de Pedro Ferrándiz.
Por otro lado, el Maccabi se impuso al Olympiakos, en Tel-Aviv por 93-51, por lo que se establece un triple empate en cabeza entre Real Madrid, Maccabi y Emerson.
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