El PSOE (histórico) ante las elecciones
Presidente del PSOE (h)Concurrir y participar activamente en todos los comicios que se convoquen es uno de los objetivos de los partidos políticos. El PSOE (h), ante la convocatoria de elecciones generales consecuentes con los deberes y con los fines de su actuación pública, no vaciló en presentar listas de candidatos para el Congreso y el Senado. La decisión de participar se adoptó con pleno conocimiento de las dificultades y obstáculos a los que habíamos de enfrentarnos. Por una parte, éramos conscientes de que el injusto silencio que sobre nuestras constantes actividades había mantenido la prensa nacional habría de repercutir en nuestra imagen como partido en las elecciones próximas. De otro lado, somos un partido sin recursos económicos, pues carecemos de ayudas y subvenciones de cualquier clase que sea y únicamente contamos con las cuotas de los afiliados al partido para desarrollar su vida política. Las cuantiosas subvenciones que otros partidos reciben del extranjero les permite realizar una campaña electoral con la que nosotros no podemos competir. Ello, evidentemente, es un enorme obstáculo, pero sin embargo, gozamos de una total independencia, pues no pesan sobre nuestro partido hipotecas ni compromisos de carácter político extraños a los intereses de España que siempre hemos defendido y seguiremos defendiendo.
Partido de clase
Somos un partido de clase, un partido de los trabajadores, de cuantos viven de un esfuerzo personal, sea físico o intelectual.
El Partido Socialista Histórico no ha renunciado a las raíces marxistas de sus principios, considerando al marxismo como instrumento de investigación y de análisis para buscar la verdad; para nosotros el marxismo es un pensamiento en marcha susceptible de cambios y consiguientemente opuesto a la inmovilidad y al dogma. El Partido Socialista Histórico destierra por completo la vía de la violencia para el logro de sus fines, pues estimamos que nada de cuanto se construya por imperativo de la violencia puede perdurar.
Nuestro partido es un partido de ideología democrática, ofreciendo el ejemplo de su democracia interna, donde la voluntad política se produce siempre de abajo arriba por decisión de la mayoría.
Nuestro partido ha trabajado y trabaja incansablemente por la convivencia sincera y pacífica de los españoles y en ningún momento hemos aceptado un trasnochado y nocivo revanchismo, pues consideramos que la guerra la perdimos todos y que, por eso mismo, es necesaria la reconciliación sin reservas con el esfuerzo de todos en un clima de mutua confianza. Sin pacífica convivencia no puede vislumbrarse con optimismo el futuro de nuestro país.
La paz interior es un objetivo insoslayable para el PSOE (histórico) y por ello nos pronunciamos incansablemente contra todos aquellos actos o manifestaciones de carácter terrorista, procedan de donde procedan y quienes quiera que fueren sus protagonistas.
En la escala de prioridades de los graves problemas que están sin resolver colocamos el del desempleo, que, sin duda alguna, es el más importante y dramático de cuantos afectan a nuestro país. Un desempleo que aumenta constantemente sin que hasta ahora se hayan adoptado las medidas adecuadas y eficaces para contenerlo y lograr su disminución es una prueba evidente de la total inoperancia del Gobierno.
Miles de jóvenes de uno y otro sexo al terminar sus estudios se encuentran con el terrible drama de no encontrar trabajo, y nadie ha sido capaz aún de conseguir las condiciones necesarias para dar empleo a quienes entran por vez primera en el mundo.
Falta de confianza
El despido de trabajadores y el cierre de empresas van aumentando de forma alarmante, debido en buena parte a la inseguridad y a la inquietud reinantes; a la falta de confianza en el futuro del país, y también a una deliberada actitud para aumentar las dificultades económicas y sociales en este período de transición hacia un sistema auténticamente democrático.
Somos beligerantes contra toda forma de corrupción. Esta ha sido una de las destacadas lacras que ha padecido la sociedad española, y pensamos que un severo control del Parlamento sobre todos los estamentos de la Administración pueda sanear en el futuro la vida administrativa de los diversos órganos del Estado.
Se ha insistido machaconamente en la prosperidad alcanzada por los españoles, pero no se habla de que una parte importante de la población vive en la pobreza, con necesidades elementales insatisfechas, en la casi miseria. Y ya es hora de que se acometan decididamente las acciones gubernamentales para que esa parte de la población viva en condiciones de dignidad y bienestar.
Hay necesidad urgente de erradicar la pobreza y la miseria allí donde se encuentren.
Nosotros propugnamos la escuela pública gratuita, a la que debe prestársele todos los medios necesarios para su eficacia y funcionamiento. Creemos que si el Estado dedica los medios económicos suficientes para hacer de la escuela pública un centro dotado de personal eficiente, capacitado, ejemplar, que pueda realizar su trabajo en locales adecuados, desterrándose la masificación, entonces la escuela pública gozará de la confianza creciente de la sociedad y paulatinamente irá haciendo innecesaria la escuela privada, subvencionada o no.
Deseamos que desaparezcan todos los privilegios en la educación; que a los estudiantes se les conceda más de una oportunidad en el transcurso de sus estudios; y que sea abolido el pago de las matrículas en las universidades.
No somos dogmáticos, si por dogmatismo se entiende la aceptación de principios indiscutibles sin ser sometidos a examen y crítica nacional.
Si tuviéramos que escoger entre justicia y orden, optaríamos siempre por la justicia, sin que esta opción pueda significar que aceptamos el desorden.
Propugnamos que los valores de la propiedad del suelo, que aumentan incesantemente por la acción de la sociedad, no beneficien al propietario especulador que no realiza nada útil para el incremento del valor de los solares. Por eso, nos oponemos firmemente al mercado libre de solares, propugnando la transformación de la propiedad de los solares en propiedad pública.
Asegurar el trabajo
El PSOE (h) tiende, en su acción constante, a asegurar a los trabajadores todos los frutos, de su trabajo y su equitativa distribución, sobre la base de la propiedad común de los medios de producción y del mejor sistema de control de las industrias y servicios.
El PSOE (histórico) es decidido partidario de la paz mundial y considera que la existencia de dos bloques de fuerzas antagónicas, las del Pacto de Varsovia y las de OTAN, constituye un evidente peligro para la paz, por lo que abogamos para que España permanezca al margen de esos bloques militares.
Quedan ahí expuestos, muy brevemente, algunos de los puntos del programa que el PSOE (h) expone para las elecciones del día 1 de marzo próximo.
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