Televisión regional
Hay un hecho incuestionable que demuestra el grado de subdesarrollo de TVE: la televisión regional. Mientras en la mayoría de los países europeos se cuenta con terceros programas dedicados exclusivamente a las regiones con producción y programación autónoma, en España, el UHF llega apenas al 50% de la población.Existen sólo dos centros de producción: en Barcelona (para el circuito catalán-balear) con tan sólo trece horas treinta minutos semanales de programas propios (datos de 1977 según el libro oficial RTVE informe 1978) y Canarias, con tiempos de emisión considerablemente inferiores (tres horas y media semanales, según cálculos oficiosos).
El resto de los centros regionales -Galicia, Asturias, Norte (Bilbao), Valencia, Andalucía y Madrid- se limitan prácticamente a media hora de programación diaria (de 14.00 a 14.30), que consiste exclusivamente en un informativo. En algunos casos se emiten programas especiales de carácter cultural y tan sólo se refuerza la programación en ocasión de las campañas electorales o determinadas retransmisiones deportivas (ayer, por ejemplo, estaba previsto emitir para Asturias encuentro de fútbol Celta de Vigo-Spórting de Gijón).
Aparte de que no están cubiertas todas las regiones y de que los medios técnicos y humanos son mínimos (al objeto de no romper el centralismo de la programación nacional), se da el caso de que el informativo Aitana (Valencia) sólo llega al 3-5 % de la población total de la zona y de que veinte provincias, que suponen un tercio de la población española (las dos Castillas, Aragón, Extremadura, León y Santander), se dan por servidas con los treinta minutos del Informativo 1 que se emite desde Prado del Rey.
La televisión catalana pasa estos días por una aguda etapa de represión que culminó, tras la huelga, con el despido de algunos colaboradores y la supresión de algunos programas (como Giravolt y Crónica,) pese a las protestas de asociaciones profesionales y partidos políticos catalanes.
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía exigió recientemente, y con carácter de urgencia, «una auténtica televisión regional que preserve y difunda nuestra cultura». El consejero de Cultura, señor Lazo, solicitó de TVE las copias de varias series sobre flamenco que ya habían sido emitidas. La dirección le contestó que el material en condiciones óptimas para su difusión. «Un documento único sobre el patrimonio andaluz que, por desidia, está a punto de desaparecer», según la consejería andaluza (TVE destruye aproximadamente el 50% de los programas que emite) y que -entre tantos ejemplos- clama por la implantación de las televisiones regionales.
TVE produce en la actualidad solo dos programas infantiles: El recreo de los sábados, y el interminable El mundo de la música que no acaba de pasar las semifinales. Un programa antipedagógico y más aburrido que las cartas de ajuste. Curiosamente es, junto con Gente joven, el único programa superviviente de los populares concursos.
Clochemerle. El único programa entretenido que se ofrece los martes. La solterona Putet prosigue su lucha contra el urinario. El cacique del pueblo vecino moviliza a un jesuita y la banda de «jóvenes cristianos» que se encarga de volar la instalación de servicio público. Pero Clochemerle no se rinde.
Inicio del programa informativo Primera Página, cuya dirección ostenta el propio director adjunto de TVE para la información, Miguel Pérez Calderón. Bajo el título «Estrategia del mundo» se ofrece un reportaje sobre la reunión celebrada hace dos semanas, en Guadalupe, entre las cuatro grandes potencias occidentales: USA (Jimmy Carter), Francia (Valerie Giscard d'Estaing), Gran Bretaña (James Callaghan) y la República Federal de Alemania (Helmut Smith). La SALT-II, acuerdo sobre la limitación de armas estratégicas, fue uno de los principales problemas, tratados en la reunión.
Vacaciones en el mar, para mayor redundancia, se titula Problema idéntico. Dos hermanas gemelas se toman unas vacaciones en el barco por el módico precio de un solo pasaje. Pero el doctor Bricker se enamora de una de las dos chicas. Estas han convencido a la tripulación de que son una sola persona.
Concluye la irregular serie española, de producción privada, El juglar y la reina con el episodio titulado Malferida iba la garza. Intérpretes principales: Maribel Martín y Carly Bravo, dirigidos por Roberto Fandiño, el peor realizador de la serie y que, por eso mismo, se llevó la mayoría de los episodios.
Segundo programa. La pésima y superviolenta Historia policial va hoy de autocrítica. Dos compañeros de patrulla cumplen su décimo aniversario. Uno de ellos pierde su «habitual buen humor», maltrata a los «delincuentes» e incluso asesina a un ex preso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.