El director de "El Alcázar" y la extrema derecha

Vaya por delante mi gratitud por la referencia que tu periódico publica de mi conferencia en el aula de Fuerza Nueva. Pero vaya con ella, también, una aclaración sin el menor ánimo de polémica; aclaración que, por otra parte, se acoge tanto a tu caballerosidad como a tu liberalidad profesional. Incluye EL PAÍS a la conferencia y al conferenciante en esa área confusa, indeterminada y tantas veces arbitraria de la llamada extrema derecha. No es cuestión ahora de explicarte lo que personalmente entiendo por extrema derecha, pero sí de decirte que ni la conferencia ni el conferenciante tienen nada que ver con la extrema derecha; ni siquiera con la derecha; como tampoco tienen nada que ver con la izquierda o con la extrema izquierda. Precisamente lo que traté de explicar, con mayor o peor fortuna, es lo contrario de lo que interpreta EL PAÍS. Los males que aquejan a España, que son muchos y graves, aunque traten de endulzarlos con píldoras más o menos digeribles, sólo, podrán resolverse cuando la mayoría política esté compuesta por hombres y mujeres que, desdeñando una y otra posición teórica, antepongan a sus filias o fobias, a sus intereses personales, lo que se considere el supremo interés de España. Y esa fuerza, si algún día se genera, será tan democrática como cualquier otra, y más, desde luego, que aquellas que por vía democrática aspiran exclusivamente a la implantación de la dictadura marxista.

Director de El Alcázar