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Un año, plazo mínimo para recuperar las lesiones de menisco

Todas las lesiones en torno a los meniscos, y de forma muy especial las que dañan o rompen los ligamentos cruzados, se han convertido en plaga y terror del deporte, y de una forma especial del fútbol. Desde que el jugador cae lesionado hasta que vuelve -si es que vuelve- a jugar pasa por un cirujano, recuperador, preparador físico. Mientras, pasa por término medio un año. Los menos vuelven completamente recuperados, la mayoría lo hacen con problemas y algunos se ven apartados del fútbol definitivamente.

La primera y quizá más importante polémica surge en torno a los cirujanos. Los jugadores que hablan bien de uno, lo hacen mal del otro, y viceversa. Hay, al parecer, algunos casos claros y se habla mucho de la escasa suerte del doctor Pelegrín, del Zaragoza, que operó a Planas, para que éste no volviese nunca, y algo parecido le pasó con Planelles, que visiblemente cojo acudió aburrido al doctor Cabot y recientemente ya jugó un partido amistoso con el Castellón. El doctor Cabot goza de enorme fama en lo que se refiere a este tipo de operaciones, pero no por ello es menos discutido en algunos entornos. López Quiles, del Madrid, también es nombre que está en boca de todos con las más variadas versiones.

La recuperación, lo más importante

En lo que coinciden todos es en señalar que lo más importante para que el jugador pueda volver a jugar en buenas condiciones es la recuperación. En estos momentos hay un jugador que acapara la atención de una gran parte de la afición del fútbol español. Se trata de José Antonio Camacho, que cayó lesionado el pasado mes de enero. Camacho se lesionó cuando atravesaba un momento espléndido de juego y su ausencia del Campeonato del Mundo levantó todo tipo de comentarios en torno a cuándo podría volver a jugar. Aún no lo ha hecho. Corre el rumor de que su recuperación no va bien. Jorge La calle es quien está trabajando en esto con Camacho: «Todo va muy bien y estoy convencido de que en enero volverá a jugar.» Efectiva mente, en el transcurso de la recuperación tuvo un par de parones, el último en septiembre, que le hizo desmoralizarse un poco, pero ahora está muy bien, incluso psíquicamente, que, por supuesto, es muy importante. Ya dobla la rodilla 110 grados. Le faltan quince. »

Jorge Lacalle, experto en todo lo relacionado con este tipo de lesión, analiza el fenómeno: «Las causas principales de que esta lesión vaya en aumento son la agresividad y curiosamente, el que los terrenos estén mejor acondicionados y el calzado más cómodo. El jugador se cansa y sufre menos, pero al «hundirse» más el pie, la pierna gira en vez de desplazarse, y es en este giro donde se produce el arrancamiento.» En cuanto al tema concreto de la recuperación dice que «la mejor virtud que puede tener el jugador para conseguirla plenamente es ética profesional y mucha voluntad. Puede durar menos, pero hay que calcular siempre un año.

También hay coincidencia general en que una buena preparación física ayuda a evitar cualquier tipo de lesión. Carlos Álvarez del Villar, preparador físico del Rayo, se manifiesta así sobre el tema: « La rodilla es una articulación terriblemente inestable. De ahí que, aun cuando la preparación del jugador sea muy buena, se produzcan casos imprevisibles. No obstante, es evidente que una buena preparación es muy importante. Por lo que más se da la lesión es por una flexión de la pierna. Antiguamente, cuando los pertiguistas no caían en un colchón, sufrían mucho de esta lesión por la sobrecarga enorme a que sometían sus rodillas. »

Brabender, sí

Quizá uno de los casos más claros de absoluta recuperación sea el del baloncestista Wayne Brabender. Es él mismo quien lo cuenta: «Me lesioné en mayo de 1969, antes del europeo de Nápoles. La operación de López Quiles fue buenísima. Tuve la escayola 65 días y con ella puesta empecé a hacer ejercicios con la pierna y contracciones con todos los grupos de músculos. Eduardo Pedraza me hizo una recuperación fabulosa con una paciencia increible. Hay una palabra que debe presidir todo el proceso: paciencia. Es lo más importante para la recupbración. Me acuerdo que cuando me quité la escayola mi brazo era más grande que mi pierna. Fui mucho al gimnasio y por fin jugué el último partido de la temporada 69-70, un año después. Puedo decir que es una lesión que nunca se debe olvidar. Ahora, nueve años después, aún tengo que tenerla en cuenta en los veranos y demás. No se puede dejar.»

Marsal, no

Otro jugador del Madrid, Ramón Marsal, futbolista muy famoso en su época, además de por su exquisita forma de jugar por estar en una delantera con Kopa, Di Stéfano, Rial y Gento, vió truncada definitivamente su carrera a los veinticuatro años por culpa de una rotura total del ligamento cruzado. Atravesaba Marsal por el momento cumbre de su carrera y... «todo está olvidado, pero lo pasé muy mal en todos los sentidos. Entonces no era como ahora. Las cosas no volverían a ocurrir de la misma forma En primer lugar, me operó el doctor Duarte. En vista de que las cosas no fueron bien me abrió por segunda vez Cabot y, por último, ya cuando estaba con cierta desesperación, me hablaron de un doctor que se llamaba Trillat, en Lyon, y allí me fui para ser operado por tercera vez». Marsal tiene motivos más que sobrados para estar realmente disgustado. «¿Que quién me hizo la recuperación? Bueno... pues nadie. Yo solo. Ya estando con la recuperación sabía que estaban haciendo gestiones para traer a Del Sol. La verdad es que me desmoralicé mucho ... »

La verdad -y esto no lo quiso decir Marsal- es que acabó solo y completamente abandonado. No «servía», y se pensó en otrojugador.

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