_
_
_
_
Reportaje:

El fútbol de la posguerra se basó en la pareja

El fútbol español tiene en su historia dos épocas muy definidas; la del trío y la de la pareja. Antes de la guerra lo más clásico era reunir los nombres de tres en tres. Era imposible decir Zamora sin añadir Ciriaco y Quincoces. Era citar a Cilauren, para que llegaran a la memoria Muguerza y Roberto. Y así sucedía con Torralba, Sancho, Samitier; o Regueiro, Bonet, Sauto y Alcázar, Segura y Fede. Después de la guerra, pesé a los esfuerzos de Gabilondo, Germán, Machín; Celaya, Bertol, Nando y Bertolí, Iturraspe y Lelé, de acuerdo con el espíritu de la época fuimos a por la parejita. Serrano Súñer en sus discursos citaba a los héroes por dúos y Matías Prats impuso a Santacatalina -que procedía de la razón social Santacatalina, Guillén, Santolaria- y Puchades; Muñoz, Zárraga; Vergués, Gensana y Mauri, Magueregui. La última popular fue la de Felines y Potele, y aquél se despidió el domingo.

Después de la guerra, por aquello de recuperar tradiciones recuperamos a Indíbil y Mandonio e Isabel y Fernando, el espíritu impera. Justo es decirlo, el personal se encariñó con las parejas de tal manera que volvimos a vivir lo de Joselito y Belmonte con Arruza y Manolete -torear dicen que lo hacía Pepe Luis-, lo de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza con María Fernanda Ladrón de Guevara y Rafael Rivelles; lo de Picasso y Miró, con Dalí y Enrique Segura; lo de Machado y Juan Ramón, con Pemán y Federico Muelas. Con todo, las dos parejas cumbre acabaron por ser Fermina y Bahamontes y Arilla y Santana.Hay dos jugadores de fútbol español de quienes podría decirse que fueron el máximo ejemplo del «matrimonio morganático»; Puchades y Miguel Muñoz. El de Sueca formó pareja con Monzo, Pasieguito, Sendra y el citado Santacatalina, en el Valencia, y Gonzalvo III, Ontoria, Silva, el propio Muñoz, Ramoní y Bosch, en la selección, y siempre su emparejamiento resultó eufórico. No resultaron tan armoniosos los dúos que formó Muñoz, pero su larga trayectoria deportiva vio pasar a su lado a una larga lista de jugadores. Muñoz estuvo a punto de darle un cambio a los tiempos con su larga permanencia en el Madrid. Mas acabó saliendo de la «Casa Blanca» para que nadie pudiera pensar que formaba trío con Bernabéu y Saporta.

La última institución ha sido la compuesta en Vallecas por Felines y Potele. Dos diminutos jugadores lograron durante una década galvanizar todo el interés de la barriada. Felines y Potele fueron una versión de bolsillo de Belaustiguigoitia, aquel de «a mí el pelotón, Sabino, que los arrollo». Felines y Potele, como no podían arrollar a nadie, porque corrían el peligro, por su pequeñez, de tropezar con el ángulo frontal del área de castigo, se sirvieron del corazón y de la habilidad para enardecer a las masas vallecanas. Felines y Potele son la historia más brillante del Rayo. Con ellos llegó el Rayo a primera división y con ellos, cuando no hubo otros recursos humanos, se resolvieron todas las papeletas.

El domingo se despidió Felines y en su homenaje volvieron a jugar los ídolos de otros tiempos. Hubo revival en Vallecas para los grandes del Bernabéu y el Metropolitano. Sólo faltaron para completar el festejo Rial y Gento, otra pareja feliz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_