Ramón Mendoza informó de su caso a la junta directiva del Madrid

El Real Madrid celebró ayer una unta directiva en el transcurso de la cual el presidente, Luis de Carlos, puso en conocimiento de todos los miembros la dimisión del vicepresidente tercero, Eduardo Peña Abizanda, hecha por carta, y que se recibió el pasado día 10.

Una vez que todos los miembros delajunta se pusieron al corriente del tema, y tras una serie de Aeliberaciones, dicha junta acordó por unanimidad:1. Hacer efectiva la dimisión presentada por Eduardo Peña Abizanda.

2. Puntualizar que los motivos a que alude como causa de su dimisión deben ser imputados única y exclusivamente a todos los rniembros de lajunta directiva.

3. Dejar constancia de la cohesión y solidaridad que existe entre todos los miembros de la junta directiva.

Poco después de terminada la reunión de la junta, EL PAIS se puso al hablar con Luis de Carlos, presidente del Real Madrid. Al preguntarle al presidente si no se había tratado nada en torno al vicepresidente Ramón Mendoza, dijo: «El señor Mendoza manifestó un expreso deseo de asistir a la junta porque quería explicar e informar acerca de lo que estos días se ha venido publicando en torno a él. Hemos oído a Ramón Mendoza y es evidente que se trata de un tema particular en el que no podemos pronunciamos en ningún sentido. De momento nos hemos limitado a tomar conocimiento del tema. Nada más. »

El señor De Carlos dejó claro que el Madrid da por zanjado el tema de la dimisión de Peña Abizanda, al mismo tiempo que considera improcedente hablar de crisis en la directiva. «Es como si a un equipo se le cambian ocho jugadores. No se puede pedir que todos se entiendan en el campo como si llevaran muchos años juntos», añadió Luis de Carlos, que volvió a insistir que él al tomar posesión habló de continuismo, «porque en el Madrid hay muchas cosas buenas que sería absurdo cambiar», pero no de inmovilismo, «motivo por el que he cambiado lajunta».

Efectivamente, el Real Madrid está empezando a aparecer como un club normal, con disciplina, seriedad y sentido común, en el que los problemas existen y salen a la luz. En el que las discusiones o deliberaciones se dan como en el seno de cualquier familia (se puede seguir hablando de la gran familia madridista) sin que tengan que ser secretas ni se las dé mayor importancia. Como en todas partes, hay dimisiones y distintos puntos de vista, que son respetados y escuchados por la junta directiva y, lo que es más importante, puestos en conocimiento del socio, que tiene más derecho que nadie a estar al corriente de las interioridades y problemas que tiene el club.