_
_
_
_
_

El Barcelona, derrotado por Juanito y sus propios errores

El Real Madrid volvió a derrotar al Barcelona en él Bernabéu, y aunque no lo hizo por el rotundo 4-0 de la última ocasión, poco le faltó. La única diferencia fue que no jugó tanto como entonces ni su rival tuvo aquella cadena de errores, aunque sí los «suficientes». El campeón, sin necesidad de arrollar, encontró en Juanito a su mejor organizador y al hombre que dio los tres goles del triunfo. El Barcelona, que empezó marcando en su única jugada de peligro de toda la primera parte, jugó de forma demasiado conservadora, con exceso de retención de balón, y eso le perdió. Su entrenador, Muller, cometió, además, el error de no sacar a Heredia hasta después del descanso, con lo que Krankl sólo pudo tener con su ayuda dos detalles en la segunda parte.El partido Madrid-Barcelona, al menos en su primera fase, fue a base de acelerones. Hubo buen juego, pero sólo a ráfagas. Los dos equipos se temían, lógicamente, y sólo la mayor velocidad de ejecución madridista le bastó para imponerse. Pero lo curioso es que no fue a base de sus centrocampistas. Stielike estuvo demasiado ocupado de Neeskens, al que «perdió» en el primer gol azulgrana, y Wolff, tan oscuro como siempre, en esta ocasión contagiado por Sánchez. Sólo Del Bosque, pese a su lentitud, intentó el juego del gato y el ratón con Asensi, pues ambos prefirieron más veces irse por sus respectivas izquierdas para tener campo libre. El lento jugador madridista al menos centró sobre puerta alguna vez y encontró la sufrida cabeza de Santillana. A los cuatro minutos, por ejemplo, el montañés picó un balón de oro para Juanito, que quedó solo, y el malagueño cometió su único gran fallo de toda la noche. En realidad se iba a tomar despúés una cumplida revancha.

El gol del Barcelona no fue más que un ejemplo de la habilidad de salón a cargo de Rexach y Neeskens. Este fallaría demasiado después, sin mostrar su empuje habitual siquiera, y «Charly» demostraría, por enésima vez, que fuera de su casa, sin faltas que lanzar, es un completo y rniedoso inútil. El Madrid siguió su juego sin inmutarse y el Barcelona, tal vez, creyó que podría marcar algún otro gol al contraataque Pero lo pensó sin base, pues su excesiva lentitud al contraataque (Esteban es más ruido que nueces y sólo con él poco podía hacer Krankl) permitió a la defensa blanca lucirse tanto o más que el día del Valencia. La zaga azulgrana sí tuvo que esforzarse y sin llegar a solucionar bien las cosas. A los veinte minutos el fallo fue de Jensen, a pase magnífico de un Santillana muy entonado también, y a los veintidós Artola salvó junto al poste izquierdo un saque de falta envenenado a cargo de Juanito. Este, increíblemente, lo empezaba a hacer todo en el Madrid.

El córner que dio origen al primer gol fue muy bien sacado, .aunque colaboró Artola con su fallo. Pero la jugada del segundo resultó admirable y no sólo puso a su equipo en ventaja, sino que desmoronó al Barcelona, que pasó de vencedor a vencido en sólo cuatro minutos. Por si eso hubiese sido poco, su mortífero pase del tercero, cuando el Barcelona había dado entrada a Heredia y planteaba aún sus operaciones de asalto, fue definitivo. A partir de ese momento todo fue fácil para el Madrid, que incluso tuvo suerte en dos preciosas jugadas del argentino a las que Krankl puso la rúbrica de su clase con dos tiros que merecieron mejor suerte. Miguel Angel también se lució a disparo de Sánchez . Sin embargo, la batalla ya estaba perdida para el Barcelona. Wolf no marcó de milagro al meter el pie demasiado a un balón, que rozó el larguero tras gran jugada de Pirri -incluso él- y Artola salvó en tres salidas, ante Santillana, Stielike y Aguilar, otros tantos goles.

Increíblemente, la falta de buen juego en el centro del campo blanco ni se notó, porque la inhibición de Rexach, la posición demasiado retrasada de Neeskens y la oscuridad -de por sí natural- pero exagerada esta vez, de Asensi y Sánchez, no supieron sacar el provecho. Incluso dejaron vendida a una defensa que se vio desbordada por los ataques desde atrás de ese gran jugador recuperado que se llama Juanito. Al menos, algo hay seguro para Yugoslavia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_