Sorpresa y esperanza tras la elección del nuevo Papa
Tras la elección del nuevo Papa de la Iglesia católica, la opinión de eclesiásticos y políticos españoles fueron de perplejidad y esperanza. En esta encuesta se recogen algunas de las reacciones más significativas con respecto a la personalidad de Juan Pablo I y a las perspectivas que se le presentan al nuevo Pontífice.ELIAS YANES
(Arzobispo de Zaragoza)
«Un hombre en la línea de Juan XXIII y Pablo VI. Es muy significativo el nombre que ha elegido, el cual viene a recoger la tradición de los dos últimos pontificados. Podemos considerar positivo el que la elección se haya hecho tan pronto, lo cual puede significar que los cardenales se han puesto pronto de acuerdo sobre la personalidad del sucesor de San Pedro. El nuevo Papa asume la línea del Concilio es un hombre muy cercano a la gente, muy espiritual y, al no haber estado encuadrado a priori en ninguna corriente dentro de la Iglesia tendrá más libertad para llevar a buen término su pontificado. Para mí ha sido una elección muy afortunada.»
ALBERTO INIESTA
(Obispo auxiliar de Madrid-Alcalá)
«Honestamente, no lo conozco. Si es un hombre evangélico y sencillo, como dicen, su elección me satisface. Espero que amplíe la corresponsabilidad en la Iglesia, puesto que se encuentra con una situación estructuralmente propicia para ello. »
JAVIER RUPEREZ
(UCD)
«Mi opinión es personal y, como católico, no política. Así, he de adelantar que no conozco la figura del nuevo Papa, pero me congratulo en cuanto que parece que lo que ha primado en el cónclave ha sido una opción pastoral. En orden a la repercusión acerca de España, concretamente en relación al Concordato, no creo que se vaya a producir ninguna alteración básica, si acaso algún retraso a causa de los cambios que se originen en la administración vaticana.»
RAMON TAMAMES
(PCE)
«¿Qué opinar? Doctores tiene la Iglesia. Si lo han elegido, sabrán por qué. Lo que parece más extraño es la rapidez. Se ve que las cosas estaban bastante pensadas en las conversaciones previas. En cuanto a lo que puede hacer el nuevo Papa, es una incógnita. La acción de un Papa no se desarrolla siempre de acuerdo con su línea anterior como cardenal. Juan XXIII parecía que iba a ser un Papa de transición y, sin embargo, inició la renovación de la Iglesia.
El nuevo Papa tiene por delante mucho trabajo. Hay algunos temas muy urgentes e importantes, como por ejemplo, el de la natalidad. El divorcio es algo distinto; la Iglesia podrá suavizar sus criterios, pero nadie puede esperar que se declare mañana partidaria del divorcio. En cuanto al escenario internacional, el papel de la Iglesia es también muy importante, como demostró Juan XXIII con la Populorum, que fue algo verdadera mente revolucionario.
En cuanto a monseñor Luciani, al no proceder de la curía, es de esperar que no acuse los defectos de la excesiva burocracia.»
JOAQUÍN RUIZ-GIMENEZ
(Presidente de honor de Izquierda Democrática)
«Ante todo es una noche de alegría y esperanza para todos los cristianos y pienso que también para todos los hombres de buena voluntad. La rapidez del quórum del colegio cardenalicio es un buen augurio. El hecho de haber elegido a un hombre que no figura en las listas de papables también es importante, junto al hecho de ser un hombre que ha estado muy dedica o al trabajo pastoral. La elección del nombre de Juan Pablo I significa que el nuevo Papa ha querido indicar su deseo de síntesis y continuidad de lo que representan Juan XXIII y Pablo VI, que no son antitéticos, sino complementaríos, y que si aquél abrió puertas y ventanas de la Iglesia, éste las mantuvo abiertas contra viento y marea. Todo el mundo que cree en la apertura, la sencillez y el diálogo de la Iglesia con el mundo, debe alegrarse. Significa que el Vaticano II sigue en marcha y casi puede atisbarse un Vaticano III. Significa la esperanza de que la Iglesia sea denunciadora de injusticias, potenciadora de libertades y motor de paz.»
