Continuos enfrentamientos en el congreso del SLMM
Por 251 votos a favor, 240 en contra, dieciocho en blanco y uno nulo fue ratificado el secretariado elegido por una coordinadora a primeros de julio, por el congreso extraordinario del Sindicato Libre de Marina Mercante (SLMM). En un ambiente de profunda crispación, y sin entrar en el orden del día, transcurrió la primera jornada del congreso extraordinario, que había sido convocado conjuntamente por dos secretarías generales, que se acusaban entre si de antiestatutarias. La acreditación de los asistentes supuso el primer problema de los muchos que a lo largo de la jornada se sucederían, retrasando en dos horas sobre el horario previsto el inicio de la reunión. Posteriormente se produciría un violento incidente al pretender acceder a la sala miembros de uno de los secretariados, hasta que finalmente. entraron en el local.
Superado este incidente, y ya con las dos tendencias enfrentadas en la sala de sesiones, se inició un singular precongreso sin mesa alguna que dirigiera la reunión, ni secretario de actas. La ausencia de las banderas de las nacionalidades de Canarias, Baleares y Cantabria, junto al resto de enseñas, en la presidencia, provocó airadas protestas. La promesa de tratar de incorporarlas solventó este tema y dejó paso a uno de los más candentes: el sistema de votación, del que, obviamente, iban a depender los resultados del congreso y, en definitiva, la linea que se imponga en el mismo. Se impuso por amplia mayoría un sistema que otorgaba a los dos centenares de delegados de buque un voto por cada diez tripulantes o fracción representada y un décimo de voto para cada uno de los asistentes individuales. A la hora de adoptar esta decisión desconocía, sin embargo, como pusieron de manifiesto diversos congresistas, el número de actas que representaba cada delegado de buques y si éstos representaban a toda la tripulación o sólo a los ,componentes de la misma afiliados al SLMM. Cualquier decisión sobre este problema condiciona, evidentemente, los resultados del congreso. Quedó en el aire la solución sobre este extremo hasta la sesión de la tarde y se pasó a debatir cuál de los dos secretariados que habían convocado el congreso era legítimo. Para llevar adelante este debate hacía falta un moderador y su designación volvió a levantar acaloradas discusiones, resolviéndose el dilema nombrando a dos moderadores, uno de cada una de las tendencias enfrentadas. A continuación, intervinieron cuatro personas, en turnos de ocho minutos, por defender la legitimidad de cada uno de los secretariados. Por la nueva ejecutiva, la elegida en la coordinadora del 1 y 2 dejulio, intervinieron los señores Alonso Barcón, José Luis Coz, Carlos Medrano y Javier Lozano. En sus exposiciones acusaron al anterior secretariado de querer llevar al SLMM a la UGT, desmintieron estar haciendo el juego a CCOO, y abogaron por la legalidad de la coordinadora que los había elegido «ante las maniobras del anterior secretariado». Los señores Rivas, Lobeto, Rubiño y Planelles denunciaron por su parte el clima de violencil de la citada coordinadora, negaron las acusaciones que se les hacían sobre conversaciones para integrar el SLMM en la UGT, y solicitaron a sus oponentes que expusieran a la asamblea los documentos que constaban en su poder sobre las maniobras realizadas por CCOO para hacerse con el SLMM. Las intervenciones fueron crispadas y la alusión a falta de vergüenza de sus oponentes hecha por el señor Cot levantó airadas protestas por parte de los asistentes. En este clima se abrió un período libre de intervenciones de tres minutos que, ante la profusión de peticiones de palabra, fue pospuesto.
La sesión de tarde, prevista para las tres y media, se inició dos horas más tarde. En primer lugar, se pasó a debatir la forma de representación de los votos de los delegados al congreso, y se estableció un documento intermedio sobre documentos, actas, telegramas, etcétera, que habrían de demostrar los delegados para sus mandatos de voto. Con fuertes protestas se llegó a la citada solución por mayoría y a las siete de la tarde comenzaron las intervenciones del turno libre previos a decidir la legitimidad de uno de los dos secretariados y previos también a la elección de un nuevo secretariado. La votación que ratificó al fin a uno de los secretariados, al elegido por la coordinadora de julio, se produjo pasadas las diez de la noche de ayer y con ella parece haberse impuesto la línea contraria a la integración en UGT.
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