Un disidente disputa un soviético el título mundial de ajedrez
A partir del próximo martes, día 18, el soviético Anatoly Karpov, campeón del mundo de ajedrez, pondrá su título en juego, en la ciudad filipina de Baguio, ante el apátrida y ex soviético Viktor Korchnoi. El enfrentamiento entre ambos jugadores se celebrará sin límite de partidas, descontados los empates, hasta que uno de ellos consiga seis victorias. Desde 1927, en que se utilizó por última vez, estaba vigente el sistema de jugar veinticuatro partidas. La novedad viene a coincidir con la polémica suscitada por un encuentro que se presenta como mucho más que la disputa de un título mundial. Las implicaciones políticas por la lucha abierta de Korchnoi contra la URSS -otro disidente- pueden oscurecer totalmente el aspecto técnico.
Viktor Korchnoi se ha convertido en uno de los más peligrosos disidentes de la URSS. Dentro del plano del ajedrez, este personaje de 47 años, nacido en Leningrado y que aún tiene en su país de origen a su mujer y una hija, le ha hecho ya un gran daño al orgullo soviético en este deporte-ciencia. Desde la época dorada del no menos extraño -mucho más, aunque, en realidad, todos los ajedrecistas lo son- Bobby Fischer, nadie había osado en los últimos tiempos humillar a los mejores jugadores soviéticos. Korchnoi para llegar a disputar el título mundial a Karpov eliminó, sucesivamente, en el torneo de Candidatos, a Petrossian, Polugalievsky y Spassky.Las partidas contra estos tres rivales soviéticos tuvieron ya sus ¡mplicaciones políticas, en especial la última. La primera, frente a Petrossian. fue una cuestión personal. Este, tras la derrota de Korchnoi ante Karpov en la final del torneo de Candidatos de 1973, fue uno de los principales causantes del posterior exilio del apátrida. Como jefe de las páginas del ajedrez del diario El Deporte Soviético los desprestigió y censuró su comportamiento al quejarse del favoritismo oficial hacia el triunfo del joven y más prometedor Karpov.
En realidad, Korchnoi tenía toda la razón. A nivel oficial, en la URSS se consideraba que con su calidad y con veinte años menos, Karpov podía vencer a Bobby Fischer. Las pretensiones de éste, sin embargo. al reclamar precisamente un, sistema de final como el que se pondrá en práctica ahora. pero con más ventajas para el campeón, dieron directamente el título al soviético. La «jugada» salió del todo bien. y Korchnoi fue el gran perjudicado.
La revancha del jugador apátrida sobre Petrossian se produjo con un tablero por medio, y la derrota del ex campeón del mundo le supuso. además, perder su jefatura de ajedrez en el diario. Petrossian. armenio y gran jugador. volvió a acusar a Korchnoi de tramposo por utilizar la telepatía para comunicarse durante las partidas con uno de sus ayudantes. pero de nada le sirvió. Curiosamente de algo parecido se quejaría Korchnoi durante su enfrentamiento con Spassky.
El apátrida antes de enfrentarse al otro ex campeón del mundo soviético -que perdió su título precisamente ante Bobby Fischer en Rejvkyavik- eliminó a Ley Polugaievski. otro ex compratriota que la casualidad del tomeo de Candidatos puso en su camino. Los problemas se reprodujeron y ya entonces se planteó el problema de qué bandera utilizaría Korchnoi para el match. Exiliado entonces en Holanda. exigió que fuera la holandesa. pero a ello se negó rotundamente el comisario político Vlktor Baturinski. jefe de la expedición de la URSS en la localidad francesa de Evian. Con su característica ironía y sentido del humor. Korchnoi llegó a solicitar entonces que le permitieran una bandera negra con un cráneo v las tibias cruzadas. al estilo de las enseñas piratas. El ambiente de las partidas fue enrarecido así desde el principio y el nerviosismo soviético llegó a su punto máximo cuando Baturinski pidió la expulsión de Korchnoi por participar a título individual sin representar a ningún país. De nada sirvió tampoco la protesta. pues Polugalevski fue eliminado.
Korchnoi dio el paso Final hacia Karpov al eliminar en Belgrado. hace unos meses. a Boris Spassky. el último escollo soviético en su camino. Después de unas indecisiones iniciales se impuso con toda claridad. aunque denunció que alguien. desde las gradas del edificio de los Sindicatos de Belgrado. le había enviado continuamente rayos hipnóticos para descentrarle. Asimismo se quejó de los movimientos de Spassky. que según él se levantaba de la mesa de juego en muchas ocasiones. para no recibir las «radiaciones».
La gran oportunidad de revancha
Korchnoi se encuentra ahora ante su gran oportunidad de completar la humillación del país. que por sus reminiscencias judías -aunque él no les dé importancia- le obligó al exilio. Las razones de su marginación en el encuentro contra Karpov. en el mes de octubre de 1973. no fueron sólo por su mayor edad. Korchnol estaba «marcado» por ser ya un disidente. De posición social acomodada, se enfrenta a Karpov. un hijo de obreros. Incomprensiblemente a Korchnoi no le dejaron tener las autoridades deportivas soviéticas mas ayudarítes de categoría maestros, mientras que a Karpov le colocaron grandes maestros. Pese a la desventaja -los ayudantes asesoran a los jugadores. entre partida y partida, estudiando tácticas y errores anteriores y futuros- Karpov sólo pudo decantar el triunfo a su favor por un punto, ventaja conseguida al principio de las partidas. Sus tres victorias iniciales, seguidas de diecinueve tablas, a punto estuvieron de ser igualadas por dos triunfos finales de Korchnoi. Este también se quejó de espionaje en su preparacion.Después de otras vejaciones anteriores. el retorcido Korchnoi. un hombre que expone perfectamente en un tablero de ajedrez su carácter. comenzó a maquinar su exilio. Tras la derrota, su situación en la URSS había empeorado considerablemente. El sueldo se le había recortado y sus protestas le supusieron un año de sanción, la intervención del teléfono y la apertura del correo. No volvió, pues. a participar en torneos hasta el año siguiente, en Hastings, diciembre-enero de 1975-76, donde sólo consiguió ser cuarto, pese a llevarse una enorme cantidad de libros y apuntes. Sin embargo, la razón de viajar con media biblioteca era muy otra. La dejó en casa de un amigo, porque preparaba su marcha de la URSS. En el siguiente desplazamiento a Holanda, en el verano de 1976, se llevó el resto de sus libros y. tras quedar en primer lugar. junto al inglés Miles, se ocultó en una pensión hasta que consideró oportuno pedir el asilo político.
Las razones de su exilio las explicó poco después en su libro Ches is my life («El ajedrez es mi vida»). Lo achacó, fundamentalmente. a su enfrentamiento con Karpov. Sus acusaciones fueron muy variadas. pero precisamente el horribre que puede tener en frente durante dos meses -así lo considera Karpov- fue el centro de ellas. A Korchnoi -que piensa resolver mucho antes el match- se le retiró la ciudadanía soviética tras exiliarse y casi cuarenta grandes maestros soviéticos -Furman. Geller. Botvlnnik. Petrossian y Tahl, que habían ayudado a Karpov a derrotarle. entre ellos -escribieron en el periódico de ajedrez 64 una carta insultante. en la que le llamaban «vil desertor». La primera firma era la del propio campeón del mundo actual. Karpov.
Ya en el plano técnico del encuentro. que muy posiblemente sea el menos interesante. tal como se ha planteado. no cabe duda que Karpov se presenta favorito. Tras conseguir el título sin jugar con Fischer -del que se dice volvería para enfrentarse al vencedor. pues se le sigue considerando el mejor jugador del mundo- no se «ocultó» como todos los campeones mundiales.
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