Suspendida la junta de accionistas del Metro

A las dos y cuarto de la tarde de ayer, cinco miembros de la policía armada desalojaron a un grupo de accionistas del Metro madrileño de una de las salas del Palacio de Congresos que se resistía a abandonarla. Quince minutos antes, el vicepresidente de la compañía, señor Valero del Río, suspendía la junta de accionistas del Metro en razón a que se necesitaba el local para un acto oficial al que tenía que asistir el presidente francés. El intento del vicepresidente de interrumpir la junta y de continuarla a partir de las seis fue abortado por los asistentes, por lo que el señor Valero decidió suspender la reunión.La junta general de accionistas, que ya desde su comienzo fue movida, al disculpar el vicepresidente la ausencia del presidente, Carlos Mendoza, por razón de enfermedad, un buen grupo de accionistas presentes provocaron un fuerte escándalo al lanzar gritos contra el presidente.

Informe de la presidencia

En su informe a la junta, el vicepresidente de la compañía culpó de la situación a que llegó el Metro a la política tarifarla seguida por la Administración.Por lo que se refiere al real decreto-ley de 8 de junio de 1978, relativo a la desprivatización del Metro, el señor Valero manifestó que había sido acatado con reservas, por cuanto viola el derecho del consejo de administración y cesa a lajunta de accionistas.

De acuerdo con el artículo 40, el valor de las acciones sería el de un 144,7% -indicó Valero-, mientras que el estudio realizado por dos empresas independientes arrojan un valor del 497 % y del 511 %.

El vicepresidente solicitó de los accionistas que aprobasen la creación de una asociación de accionistas del Metro de Madrid, con objeto de que pudiera defender sus intereses incluso a través de los tribunales. Las pérdidas de la compañía durante 1977 ascendieron a 975 millones de pesetas y las registradas en el primer semestre del presente año ascienden a 578 millones.

Al término de su intervención, e señor Valero manifestó que «no se puede expropiar arruinando y luego no pagar».

En el capítulo de ruegos y preguntas, las intervenciones de los accionistas tuvieron como objetivo a los partidos políticos, de los que se dijo que ensuciaban el Metro con sus pintadas; al Ayuntamiento de Madrid, por no mejorar los servicios del Metro; al consejo de administración; al presidente Suárez, por atentar contra la propiedad privada, y a otros organismos y entidades.

Los asistentes, puestos en pie, aplaudieron la propuesta de un accionista que pidió el cese del actual consejo de administración.