El Madrid necesitó prórroga para alcanzar la final

Real Madrid y Juventud mantuvieron una lucha sin cuartel durante 45 minutos en los que no hubo tregua, con dos equipos entregados al máximo y sin concesio nes para el rival. El Madrid tenía que superar la renta de dieciséis puntos que traía el Juventud y necesitó de prórroga para conseguirlo, pero a nadie hubiera extrañado si a estas horas fueran los badalonenses los que disputaran la final al Barcelona, el próximo domingo en Zaragoza.En principio el Madrid puso en juego a Corbalán, Iturriaga, Brabender, Rullán y Couginran en defensa de asignación, mientras que Serra disponía a Slavnic, Margall, Fernández, Filbá y Santillana en zona 2-3. Comienzo vertiginoso por parte de los dos equipos Y en el minuto cinco el Juventudímarch a por delante con 14-16, merced a que hasta ese momento no había, fallado ante la canasta. blanca y a que Rullán se veía impotente para sujetar a Filbá y hubo de dejar su puesto a Prada. El dominio en los rebotes de los badaloneses hizo que el marcador se mantuviera muy apretado durante muchos minutos, en el diez mandaba el Madrid por 26-22 y Cabrera tomaba el sitio de Corbalán, agotado de seguir al genial Slavnic en una lucha igualada en la que los dos estaban ya con tres faltas personales.

Precisamente las faltas empezaron a caer de uno y otro lado y se temía que iban a ser los banquillos los que decidieran la contienda. A los once minutos Filbá -cuatro faltas- deja su sitio a Ferrer y Sáinz pone en juego de nuevo a Rullán por Coughran. Dos minutos después es Santillana el,que hace su cuarta falta y se ve sustituido por Filbá. Todos estos cambios son aprovechados por los blancos para poner espacio en el marcador y alcanzar en esos momentos la ventaja máxima de los primeros veinte minutos que no pasó de ser de once puntos (47-36), para que una posterior reacción de los catalanes deje las cosas en un 58-50 al llegar al descanso, es decir, con la mitad de la desventaja enjugada por los madridistas.

Los suplentes, protagonistas

En la segunda parte, con los dos equipos muy cargados de faltas, no cambia la tónica y aunque el Madrid aumenta pronto su ventaja -74-62 a los cinco minutos- el panorama no está nada claro. Un minuto después ya son catorce puntos y Serrá se juega el todo por e'i todo: vuelve a poner en juego al cinco titular, todos con cuatro faltas, aún a costa de sacrificar la defensa. La eliminatoria se iguala en el minuto ocho (82-66) y empieza en ese momento el desfile de hombres hacia el banco. A falta de tres minutos y medio hay un incierto 97-89 en el marcador. Al Madrid se le habían complicado las cosas cuando más fácil parecía tenerlas; para es e entonces el Juventud jugaba con Santillana, Ferrer, Ribas, Mutá y Bosch y aunque los jóvenes se, defendieron bien y pusieron fe y aciertos en la lucha les falló Santillana, precisamente el veterario, que muy apático, desganado y demostrando muy malas formas todo el encuentro, no cooperó con sus conipañeros y se ganó a pulso las merecidas repulsas que éstos le hicieron. Los blancos volvieron a aprovechar este desconcierto y cuando más difícil lo tenían, porque ni Sáinz acertaba a encontrar la fórmula ideal para batir a sus contrarios, lograron igualar el marcador y a punto estuvieron de superarlo si a dos segundos del final Ramos logra encestar su lanzamiento. Pero para dar más emoción al lance se acabó con 114-98 y cinco minutos de prórroga para decidir.

El tiempo adicional no tuvo casi color, el Madrid con sus tres bases, Brabender y Luyk hizo valer su veteranía y se ganó el pase a la final ante un dignísimo rival que no desmereció para nada de su vencedor y que si no consiguió su objetivo fue por la falta de banco que ha sido el mal endémico de los badalonenses toda la temporada. Sería injusto olvidar meiacionar a Slavnic que cumplió un primer tiempo glorioso, sin Fallo en sus lanzamientos y llevando a su equipo con mando y autoridad. Lástima que empañara su actuación con un mal gesto al árbitro que le valió la técnica descalificante. Por el bando madrldista, Brabender estuvo genial, anotando todo lo que llegaba a sus manos y defendienco como pocos. Tras ellos gran actuación de Bosch -lástima que tenga a Slavnic- por delante-, de Filbá y de Ribas, un joven con mucho futuro. En el Madrid, Corbalán y Cabrera muy bien, la fuerza de Iturriaga y la defensa, sobre todo en la primera parte, de Coughran sobre Fernández.

El domingo, la final en ZaragozaLa final se disputará el próximo domingo, en Zaragoza, y será, casi con toda seguridad, televisada en directo. El otro finalista es el Barcelona, que ganó holgadamente en la otra semifinal al Estudiantes, batiéndole lo mismo en Barcelona que en el Magariños. El partido de vuelta de esta semi inal, en Madrid, se disputó el pasado miércoles. El Barcelona, por el hecho de ser finalista, tiene asegurada su participación en la Recopa, puesto que el Madridjugará la Copa de Europa, de la que es campeón, por lo que tiene derecho a defender su título. El año que viene, pues, habrá dos equipos españoles en la Copa de Europa: el Madrid, como campeón, y el Juventud, vencedór de la Liga. La final de Copa, en principio, parece carecer de emoción, pues se puede dar como segura la victoria del Madrid. Bastante es que este año se haya dejado arrebatar la Liga, tras once triunfos consecutivos. El baloncesto español, no cabe duda, ha empezado poco a poco a cobrar el interés que da la incertidumbre en los resultados.

Se acabó la Segunda

En Segunda División terminó la Liga y todo quedó como se preveía: Ascienden a Primera División Mollet y Castilla y bajan a Tercera Aguilas, Obradoiro, Constancia y Universitario.