"La empresa pública debe actuar equiparada y en competencia con la privada"

«Soy consciente de que muchos me consideran un presidente efímero del Instituto, pero estoy trabajando con el criterio de que tengo ante mi lo que considero una etapa lógica para desarrollar un trabajo, que debe ser de cuatro o cinco años. Si otro Gobierno me pidiera continuar en mi puesto y ello no fuera en contra de mis principios, seguiría.»

En estos términos se pronunció el presidente del INI, José Miguel de la Rica, a los diecinueve días de su toma de posesión en el puesto, en una reunión informal mantenida con la Agrupación de Periodistas de Información Económica. El señor De la Rica manifestó su no militancia en ningún partido político, reconoció la dimensión política per se de su puesto, insistió en su lealtad al ministro de Industria, de quien depende, señaló que el hecho de que el INI tenga 35 millones de accionistas le sitúa por encima del Gobierno y en el plano del Estado, y precisó que si otro Gobierno del PSOE o de la UCD le pidiera que continuara en el cargo, sin que ello significara ir contra sus principios, lo haría. En su opinión la inestabilidad en el cargo no beneficia al Instituto.Desmintió el presidente del INI que se vayan a producir de inmediato cambios en la dirección de la empresa. «Hasta ahora -dijo- me he dedicado a escuchar para enterarme de los problemas de esta casa, que es el décimo holding industrial de Europa.

Sobre la empresa pública en un sistema de economía de mercado el señor De la Rica manifestó su creencia de que debe existir en condiciones de competencia y equiparación con las empresas privadas. Como campos específicos para la actuación de esa empresa pública sugirió los de tecnología de punta, los relacionados con la energía y materias primas, la defensa, los sectoriales estratégicos (siderurgia, carbón), pero, sobre todo, insistió en la competitividad empresa pública y privada al margen de principios de subsidiariedad o complementariedad. Indicó también que la estructura del INI debe responder a la necesidad de un modelo de economía de mercado o de cualquier otro tipo que pueda establecerse en España.

Acerca de su relación con el ministro de Industria comentó su identidad con los criterios empresariales, por su formación común, pero indicó que en los últimos diez años no ha visto apenas al señor Rodríguez Sahagún.

Sobre el estatuto de la empresa pública que está en fase de elaboración, el presidente del INI destacó la importancia del mismo, así como la necesidad de incorporar uno específico sobre el INI como anexo al general o mediante una ley concreta a este efecto. Indicó que el hecho de que la Constitución se refiere específicamente a las empresas públicas supondrá, probablemente, que el estatuto no podrá definirse antes de que esté en vigor la Constitución,

El INI, mejor de lo que parece

Sobre la situación del Instituto el nuevo presidente dijo que su imagen en la calle es más desfavorable que la realidad. El INI está bien llevado y cuenta con buenos profesionales, comentó. Su balance es positivo aunque su estructura financiera sea deficiente con una relación de uno a tres entre recursos propios y privados. La política de dirección participativa por objetivos que el presidente quiere aplicar al Instituto fue definida por él en los siguientes términos: se trata de delegar y descentralizar autoridad y responsabilidad. Bajar el nivel de decisión dentro de una empresa tan complicada y compleja como ésta. Claro está que lleva consigo mecanismos de control y requerimientos de responsabilidad para los distintos niveles de decisión.Acerca de la participación de los trabajadores en las decisiones, el señor De la Rica señaló su criterio contrario a practicar experimentos con las empresas públicas. Dijo que en todo momento hay que tratar de que estén equiparadas con las privadas.