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Las relaciones diplomáticas entre España y la URSS no han producido el relanzamiento comercial esperado

En 1977 se ha producido una inflexión en la evolución del comercio de España con la Unión Soviética, motivado por la disminución de las importaciones españolas de crudos de petróleo, e descenso en la actividad económica en nuestro país y algunas dificultades surgidas en la ejecución de los contratos firmados con la URSS. Se esperaba que con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas aumentaría considerablemente el comercio entre ambos países, pero no ha sido así. Buscar motivaciones políticas sería aventurado. Las cifras y los datos manejados en el informe de nuestro corresponsal nos indican las verdaderas causas de las posibilidades limitadas que tiene el comercio entre España y la Unión Soviética.

Pensar que la economía española pueda encontrar su salvación en los mercados de los países socialistas es una ingenuidad que se maneja a menudo. Sin embargo, las exportaciones españolas están aún muy lejos de haber agotado sus posibilidades en el mercado soviético; principalmente, si tenemos en cuenta nuestra posición relativa en la economía del bloque occidental, nos debe preocupar que la República Federal de Alemania exporte a la URSS 32 veces lo que España; Francia, quince veces; Italia, doce veces; Gran Bretaña, nueve veces, y Suecia y Suiza, cada una de ellas, cuatro veces. En comparación con estas cifras, las exportaciones españolas a la URSS es desproporcionadamente pequeña y ello se explica principalmente por razones históricas y se hace necesario un gran esfuerzo de promoción comercial, tanto por parte de las empresas como por parte del Ministerio de Comercio.En 1977, España exportó mercancías a la URSS por un valor de 7.760 millones de pesetas, que suponía el 10% más en relación con el ano anterior. Por el contrario, importó mercancías por un valor de 9.231 millones de pesetas, que suponía el 15,9 % menos que en 1976. El déficit comercial con la URSS fue de 1.471 millones de pesetas, con una elevación de la tasa de cobertura del 84%.

Exportaciones e importaciones

La principal novedad de las exportaciones españolas a la URSS en el pasado año fue la maquinaria herramienta metales. Los compradores soviéticos empiezan a conocer este sector de nuestra industria y es de esperar que sea un componente regular del comercio hispano-soviético en el futuro. La primera partida de la exportación española fue, como en 1976, la de perfiles de acero y le siguieron en importancia los cueros y pieles preparadas, vinos a granel y almendras. También se ha abierto mercado, aunque no en grandes cantidades, a los cables de acero, anclas y acumuladores eléctricos, en competencia con otros mercados que parecían firmes desde hace muchos años.Por lo que respecta a las importaciones, figura en lugar destacado la compra de crudos de petróleo a la URSS, que ascendieron a 3.370 millones de pesetas, a pesar de lo cual supone un fuerte descenso en relación con las compras de crudo de 1976. La segunda partida importante de la importación fue la chatarra, seguida de los barcos para desguace, madera, hulla, gas oil, algodón y amianto. En el último año descendieron fuertemente las importaciones de mariscos y piedras preciosas.

El comercio hispano soviético es, fundamentalmente, un intercambio de crudos de petróleo y otros combustibles por productos siderúrgicos. La casi totalidad del comercio entre los dos países puede reducirse a cuatro grupos o sectores de intercambio: productos energéticos, siderúrgicos, maderas y derivados y productos químicos y plásticos. El intercambio de bienes de equipo es poco importante y el de manufacturas de consumo realmente inexistente.

Política de la URSS

La dependencia soviética del comercio exterior es muy pequeña y sólo una parte se instrumenta en moneda convertible. De los 38.500 millones de dólares de la importación total soviética en 1976, unos 28.000 se pagaron en cuentas «clearing» y en rublos transferibles. Sólo un tercio del total, alrededor de 10.500 millones de dólares, en moneda convertible. De donde se deduce que las compras de la URSS en moneda convertible son muy inferiores a las españolas, con una población ocho veces superior.En el presente decenio, la URSS no ha podido incrementar sus exportaciones en moneda convertible al mismo ritmo que las importaciones, lo que le ha obligado a acudir a la financiación exterior, cuya deuda supone algo más de 15.000 millones de dólares. Las importaciones soviéticas aumentaron en los últimos diez años más rápidamente que las exportaciones en rublos transferibles y en moneda «clearing», debido a una serie de decisiones de inversión que exigieron acudir a la tecnología de los países capitalistas avanzados y debido también a las dificultades en el abastecimiento de cereales que produjeron déficit en los años 1972, 1973, 1975 y 1976. Como consecuencia de ello existe una rígida escala de prioridades en cuanto a la asignación de moneda convertible para realizar compras en el extranjero. Esta situación afecta, principalmente, al comercio con España.

Perspectivas comercio España-URSS

La evolución de la exportación española a la URSS estará en los próximos años determinada por la evolución de la venta de bienes de equipo, manufacturas industriales, buques pesqueros y servicios y materiales de construcción y decoración. Es posible que aumente considerablemente la exportación de productos químicos y de minerales no metálicos. Las exportaciones consideradas como tradicionales (frutos secos, agrios, vinos, aceite), tendrán un aumento ligero, al igual que los productos siderúrgicos.De todas formas todo depende también para el aumento de las exportaciones españolas a la URSS del interés de las empresas comerciales y los organismos oficiales españoles. En la actualidad, tres empresas españolas están acreditadas y con oficina abierta en Moscú y otras dos empresas están en curso de acreditación.

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