"Aceptaríamos la gestión de un Metro saneado económicamente"

El alcalde de Madrid, José Luis Alvarez, reunió ayer, a mediodía, a los periodistas para darles a conocer «la posición del Ayuntamiento» acerca de la situación económica y social del Metro de la ciudad y las acciones que cabe tomar. El señor Alvarez, a lo largo de toda su intervención, expuso prácticamente la misma teoría que sostuvo su antecesor, Juan de Arespacochaga, en lo referente a que no fuera el Ayuntamiento quien soportara todas las cargas económicas actuales de este medio de transporte colectivo.«La situación actual, con la gestión confiada a una empresa privada descapitalizada y sin recursos financieros para hacer frente a sus responsabilidades -comenzó diciendo el señor Alvarez-, no puede continuar, y es absolutamente necesario un cambio en su forma de gestión.»

Pero, antes de entrar a considerar cuál podría ser ese cambio a operar, el alcalde especificó que «la empresa privada actual es concesionaria del Estado y a él corresponde buscar las fórmulas y hacer frente a las responsabilidades económicas que se deriven de la rescisión de la concesión».

Según él, «el Ayuntamiento está dispuesto a afrontar la responsabilidad técnica y de,gestión que le corresponda en una futura explotación, dado que se trata de un servicio público urbano vital para la ciudad. Pero las cargas del pasivo derivadas de la anterior forma de gestión no pueden recaer en ningún modo sobre el Ayuntamiento».

El señor Alvarez, con la ayuda de su delegado de Circulación y Transportes, Plácido Alvarez, explicó que los gastos que son necesarios para acondicionar debidamente el Metro bajo la gestión pública serían del orden de los quince o dieciocho millones de pesetas, desglosados en la compra de las acciones que componen el capital social, las deudas contraídas por la empresa privada, la inversión en nuevo material móvil, la terminación de las líneas a medio construir y la adecuación de las instalaciones. «Y esto no lo puede hacer el Ayuntamiento -añadió- con un presupuesto muy pequeño, como el que tiene.»