Silva: "No he tratado nunca de romper a UCD, sino de unirme a UCD"
«Yo no he tratado nunca de romper a UCD, sino de unirme a UCD.» «He Invitado a UCD a que participe en la operación de crear una gran fuerza no marxista y creo que son personas razonables y,que entrarán en el juego.» Estas son algunas de las afirmaciones hechas ayer por Federico Silva, presidente de Acción Democrática Española (ADE), partido federado en Ahanza Popular (AP), en el transcurso de un almuerzo para anunciar el próximo congreso de su partido.Junto al señor, Silva estuvieron Ramón Hermosilla, secretario general de ADE; Eduardo del Arco, vicepresidente; Luis Jáudenes y Jesús Barros de Lis, líderes de Unión Regional Andaluza (URA) y Unión Demócrata Cristiana (UDC), respectivamente. Excusaron la asistencia de Santiago Udina, líder de Unión Catalana (UD).
La presencia de estos últimos estaba justificada porque asistirlán el próximo día 6 al congreso de ADE, como grupos coaligados y «con voluntad de ir a un partido unido de inspiración demócrata cristiana», según afirmó el señor Barros de Lis.
El señor Hermosilla informó que las sesiones del congreso tendrán lugar durante la mañana y la tarde del sábado, día 6, en el hotel Mellá Castilla, y que asistirán unos doscientos compromisarios. Habrá dos ponencias, una política y otra de estatutos, en los cuales se faculta a los órganos directivos para proseguir la política de coaliciones.
El señor Jáudenes, en una de sus intervenciones, matizó que la Cuerza antimarxista que se quiere conseguir tiene como presupuesto esencial el que sea un conjunto de fuerzas democráticas, y que el intento «no va contra nadie».
En otro momento precisó que, pese a la ligazón con ADE, su relación con AP no se materializará «de ninguna fórma» porque ya decídieron que ni AP ni UCD ofrecían lo que les parecía necesario.
El señor Silva comentó en otro momento que ellos habían decidido no fundirse en AP para potenciar la política de coaliciones y añadió que le parecía muy positiva la unidad socialista y que no aceptaba el que la formación de dos grandes fuerzas, una de derecha y otra de izquierda, bipolarizase las actitudes políticas, hasta llegar a enfrentamiento.
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