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Intensa búsqueda de dos alpinistas desaparecidos en la cueva del Gato, de Málaga

Cerca de un centenar de personas, miembros de grupos de espeleología de Ronda, Marbella, Málaga y Sevilla, así como efectivos de la sección de especialistas en submarinismo y espeleología de la Guardia Civil de Málaga, colaboran día y noche en las tareas de rescate de dos jóvenes alpinistas sevillanos perdidos en la tristemente famosa Cueva del Gato, situada en la serranía de Ronda, entre los términos de Montejaque y Benaoján.Los alpinistas sevillanos Tomás Encinas, de veinticinco años, y Francisco Barrera, de veintitrés, penetraron en la cueva el pasado domingo por la tarde deberían haber salido el lunes por la mañana. Al no ocurrir así, se dio la alarma y como ha sucedido ya en otras ocasiones, espeleólogos de toda la zona y de las provincias limítrofes -ayer tarde se esperaba en -el campamento la llegada de un grupo de la provincia de Cádiz- han empezado a darse cita en la cueva para colaborar en los trabajos de rescate.

Cuando el corresponsal de EL PAIS se puso en contacto ayer con el campamento se encontraban en el interior de la cueva dos grupos de rescate. Uno había entrado por la boca de Hundidero, y otro por la de Gato. Un tercer grupo se disponía, asimismo, a entrar con la finalidad de recorrer el único tramo aún no reconocido, que es donde se piensa que pueden estar los dos jóvenes sevillanos.

El ambiente que rodea la búsqueda es de optimismo. La única nota de pesimismo viene dada por el hecho de que los dos jóvenes son alpinistas, pero no tienen conocimientos de espeleología. Entraron en la cueva con un bote neumático y con sólo kilo y medio de carburo, cantidad a todas luces insuficiente para una estancia de días, por lo que se puede asegurar que ya no disponen de luz. Afortunadamente, el río que discurre por el interior de la cueva lleva poca agua en la actualidad.

Los grupos de rescate están intensificando su labor, pues temen que se pueda producir un aumento del nivel de las aguas, hecho que dificultaría enormemente las tareas de salvamento, pues la Cueva del Gato a partir de un cierto nivel de agua está considerada en los medios espeleológicos como «criminal», dada la facilidad con la que se producen los sifones. La cueva tiene una longitud total aproximada de cinco kilómetros entre las dos bocas, y se supone que los jóvenes sevillanos pueden hallarse atrapados en el lugar conocido con el nombre de «Cabo de las Tormentas».

Uno de los miembros del equipo de rescate que se disponía a entrar en la cueva a últimas horas de la tarde de ayer dijo al corresponsal de EL PAIS: «Esperamos localizarlos esta noche. En cuanto nos reunamos con ellos procederemos a sacarlos inmediatamente, pues existe la posibilidad de que el tiempo empeore de repente.»

La Cueva del Gato fue escenario en diciembre de 1976 de una tragedia que costó la vida al joven alicantino José Antonio Vera, perdido en el interior con otros cuatro compañeros. En aquella ocasión la cueva presentaba un aspecto terrible y los trabajos de rescate alcanzaron niveles verdaderamente sobrehumanos.

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En esta ocasión parece ser que no es tan desesperada la situación, por lo que se espera encontrar con vida y pronto a los dos desaparecidos.

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