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Las deudas del Málaga ascienden a 120 milloess de pesetas

Los ladrones que, hace unas noches, asaltaron el local social del Club Deportivo Málaga sólo pudieron llevarse unas 5.000 pesetas después de registrar todos los cajones, llenos a rebosar de letras y facturas sin pagar. La deuda actual del club andaluz supera los 120 millones de pesetas, y si la directiva no consiguiese pararla, el próximo día 12 de mayo se celebrará la subasta pública del campo de La Rosaleda.

La situación del club, como se ve, no puede ser más calamitosa. Y es que, en palabras de un experto en estas cuestiones de los clubs de fútbol, el Málaga es uno de los mejores ejemplos a la hora de estudiar los males que aquejan al fútbol español a nivel de clubs: mala estructuración, desfase económico con un capítulo de gastos que supera en mucho al de ingresos y falta del más mínimo rigor en la mayoría de las últimas directivas.Durante la presente temporada se han sucedido los problemas en el Málaga. La actual directiva, presidida por Federico Brinkiriann, se hizo cargo del club durante el verano, con un déficit de 120 millones de pesetas y una plantilla de veintiocho jugadores con contratos altísimos. Lo primero que hizo fue reajustar el presupuesto, que pasó de 113 millones la temporada anterior a 85 en la actual. Los objetivos eran conservar la categoría y equilibrar el presupuesto. Para conseguir esto último el Málaga se deshizo de algunos jugadores: Aicart, Castronovo, Vilanova y Jantunen, pero empezó a fallar la taquilla a causa de la mala clasificación del equipo y no se podía reunir los dos millones mensuales necesarios para pagar la nómina. Tampoco se podía pagar la prima de fichaje de la temporada anterior y los jugadores en octubre hicieron un plante. El problema se solucionó con un dinero que vino del Consejo Superior de Deportes.

En el plano deportivo las cosas iban mal y el entrenador, Fuentes, tuvo que dejar su puesto a Otto Bumbel, sin que el relevo significase una mejora. En vista de ello la directiva se dispuso a quemar el último cartucho y entregó el equipo al tándem Kalmar-Viberti. La situación mejoró: de veinte puntos posibles se han conseguido catorce y la Rosaleda ha empezado a registrar mejores entradas, doblandose las taquillas que se hacían antes.

Sin embargo, todo lo que se recauda aún es poco.

Un poco de historia

A partir de 1963 el Málaga ha terminado todos sus ejercicios con déficit. En 1969, tras la etapa de Moreno de Luna, accedió a la presidencia Rodríguez López, que sería asesinado en circunstancias aún no conocidas en el verano de 1971. Rodríguez López fichó a Viberti y consiguió ascender al equipo a Primera División. Por en'tonces el club empezó a comportarse como los «grandes» y el déficit crecía y crecía. Tras Rodríguez López, vino Rafael Serrano Carvajal, con quien el Málaga alcanzó las mejores cotas deportivas de su historia y también continuó creciendo el déficit. Rafael Serrano entregó el club con un déficit de unos cuarenta millones, una vez descontados los veintiocho que supusieron los traspasos de Deusto y Guerini. El equipo quedaba en Segunda División. Se consiguió de nuevo el ascenso -ya con Ibáñez Narváez en la presidencia- y se perdieron otros cincuenta millones. Nuevo descenso, con récord de negativos, y nuevas deudas. El traspaso de Esteban fue un pequeño alivio: veintinueve millones de pesetas, pero el Málaga no podía solucionar ya sus problemas traspasando a un jugador.Ahora, cuando el equipo lucha por salvarse del descenso a Segunda B, surge lo de la subasta de La Rosaleda a requerimiento de un señor de Melilla, que posee un endoso de una letra de dos millones de pesetas de cuando el traspaso de dos jóvenes jugadores del Melilla al Málaga. La directiva malaguista está intentando por todos los medios que no se llegue a celebrar esta subasta, que podría ser el final del club, la desaparición.

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