Duras críticas, en Nueva York, del presidente de la CEOE a la situación española

Carlos Ferrer, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), criticó ayer en Nueva York el proyecto de ley de órganos de representación de los trabajadores en la empresa, que se debate actualmente en las Cortes, y lo calificó como «el más duro ataque sufrido por la econornía de mercado libre en Europa occidental».Para el empresario español, las enmiendas introducidas en el proyecto original por el PCE y el PSOE lo convierten en un proyecto colectivista, en el que se consagran las asambleas de trabajadores y la acción de los sindicatos como tales dentro de las empresas..

El señor Ferrer, que realiza una visita ¿te una semana a Estados Unidos, acompañado por los señores Mazim y Segurado, miembros también de la directiva de la CEOE, ofreció su versión de la situación económica y social en España durante una charla-coloquio celebrada en el Spanish Institute, de Nueva York, y dijo que es muy importante para Norteamérica y para Europa que se estabilice en España un sástema liberal, deinocrático y de mercado libre.

Preguntado por la posible influencia del sector empresarial español en la dimisión del vicepresidente para Asuntos Económicos Enrique Fuentes Quintana, el señor Ferrer dijo que ni la reforma fiscal ni la presión de los empresarios habían influido en esa decisión, que se debería a que el señor Fuentes tiene más vocación de profesor que de político y que, por consiguiente, no había que negarle el derecho a ejercer su vocación.

Tras resumir brevemente la historia económico-social española de los últimos cuarenta años, el presidente de la CEOE, que agrupa al 60% del total de los empleados españoles, esbozó un panorama nada optimista del momento actual y defendió la existencia de un sistema de economía de mercado libre. Al describir este sistema, el señor Ferrer dijo que el programa energético español, que dispone que las centrales nucleares sean propiedad sólo del sector público, está en contra del sistema de economía libre.

Según el empresario español, la gran discusión en nuestro país ahora mismo consiste en decidir si se quiere una sociedad liber al y abierta o una marxista y burocrática, y, tras expresar su preferencia por el primer modelo, dijo que debe establecerse un nuevo marco para las relaciones industriales, ya que las huelgas eran antes un arma contra el sistema político, pero ahora deben ser delimitados los derechos y deberes de los trabajadores en la empresa, así como los sistemas de negociación colectiva y de arbitraje.

La CEOE apoya el ingreso de España como miembro de pleno derecho en el Mercado Común Europeo, continuó el señor Ferrer, porque esta incorporación española daría mayor estabilidad política y social y produciría el marco adecuado para mejoras económicas. El apoyo de Europa y de Estados Unidos es muy importante para que España se estabilice como un país democrático y se integre en el mundo occidental, añadió.

Los empresarios consideran necesaria la reforma fiscal, dijo el presidente de la organización patronal, pero piensan que va demasiado rápida y que se quiere hacer en seis meses lo que en otros países ha tardado seis años. La reforma fiscal, continuó, debe empezar por el propio Estado, que es quien la necesita más, y no debe ser «ni represiva, ni revanchista, ni precipitada», para no crear desconfianza ,en los empresarios. Según Carlos Ferrer, la proyectada reforma fiscal española incluye sanciones únicas en el mundo, así como un impuesto sobre el patrimonio que no existe en muchos países y que afecta seriamente a la pequeña y mediana empresa, base fundamental de la afiliación a la CEOE.

Los representantes de la organización patronal española se entrevistaron ayer con David Rockefeller, en Nueva York, y viajarán hoy, miércoles, a Washington, donde tendrán entrevistas con senadores y congresistas, funcionarios del Departamento de Estado y de Comercio, empresarios de la National Association of Manufacturers y dirigentes de la central sindical AFL-CIO.

Preguntado si la visión que ofrece de la situación económico-social española no podría alarmar a potenciales inversores norteamericanos, el señor Ferrer dijo que el Gobierno puede ayudar a disipar tales temores e incertidumbres, al establecer un marco de relaciones económicas que permita el libre ejercicio de la actividad empresarial y de confianza en España al mundo de los inversores.

Otro aspecto fundamental sería, en opinión del presidente de la CEOE, que cada partido político hiciera en España lo que hacen sus homólogos en Europa y concluyó diciendo que las leyes como la de Acción Sindical, que dan el control de las empresas a los trabajadores, no contribuyen a desvelar la incertidumbre, y que los empresarios están «más preocupados por la realidad que por las palabras del Gobiemo».