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Ante el IX Congreso del PCE

La tendencia leninista se impuso en la conferencia de los comunistas catalanes

La conferencia del Partido Socialista Unifícado de Cataluña (PSUC) destinada a elegir los 267 delegados de este partido al próximo congreso nacional del Partido Comunista de España, constituyó un innegable y evidente triunfo de la tendencia leninista o pura, la cual, unida a la histórica, más reducida, derrotó en la mayoría de puntos a los sectores más moderados, es decir, a los eurocomunistas puros de la actual dirección y a la tendencia bandera blanca o socialdemócrata. La reunión evidenció claramente que las tensiones políticas dividen no solamente a la base del partido, sino también al propio comité ejecutivo del PSUC.

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EL PAIS consultó a más de veinte militantes del PSUC, entre ellos varios de los doscientos delegados a la mencionada conferencia finalizada el domingo en Barcelona. Los leninistas o puros y los viejos históricos estaban simplemente radiantes de alegría. En cambio, era evidente el pesar de los eurocomunistas puros y de los bandera blanca. Todos coincidieron en señalar la importancia de la sesión del domingo, calificada de auténtico golpe de teatro favorable a los leninistas. También coincidieron en señalar la inoportunidad de la conferencia basada en razones internas del PCE, a las que es ajeno el PSUC.El sábado había sido aprobada con dificultad y matizaciones importantes la tesis número quince del Comité Central del PCE, por la que se suprime el carácter leninista de dicha organización. Ello fue logrado en base a considerar que el comité ejecutivo debla votar en bloque, por haber debatido ya esta cuestión. El resultado de la votación fue 97 votos a favor de la desaparición del término leninismo, 87 en favor de su mantenimiento y seis abstenciones.

Pero al día siguiente, domingo, la conferencia consideró que los miembros del comité ejecutivo debían obrar según su criterio personal, y con ello se llegó al sorprendente hecho de que la conferencia se afirmara sobre la necesidad de que los estatutos del PCE continúen manteniendo la palabra leninismo conferencia al carácter de dicho partido. Ello fue logrado por 97 votos a favor, 81 en contra y siete abstenciones.

La confusión no puede ser, pues, mayor. Una misma conferencia aprueba, en efecto, unas tesis que rechazan el leninismo, y ello por el mismo número de votos por el que, al día siguiente, afirma la necesidad de que estatutariamente el PCE sea leninista, como, por cierto, lo es y continuará siendo -sea cual sea el resultado del congreso del PCE- el PSUC, puesto que este partido reafirmó su carácter leninista en su cuarto y último congreso, en el que ni tansiquiera los sectores más moderados se atrevieron a plantear la eliminación del término leninismo.

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Ataques a Carrillo

No es menos importante el hecho, nada formal, de qué el propio comité ejecutivo votara totalmente dividido sobre el mantenimiento o supresión de la palabra leninismo en los estatutos del PCE. A favor de su mantenimiento votaron diez de los veintiséis miembros del comité ejecutivo asistentes. Fueron, en concreto, los diputados Cipriano García Sánchez y Dolores Calvet; el secretario general de las CCOO catalanas, Josep Lluis López-Bulla; los dirigentes obreros Josep María Rodríguez Rovira, Manuel Linares y Francisco Trives; el profesor y ex director del periódico Treball, Joaquín Sempere, una de las principales figuras ideológicas del partido; el economista de CCOO Antonio Luchetti y los históricos Margarita Abril y Josep Serradell, conocido por Josep Román. La abstención correspondió a Rafael Ribo y los quince votos favorables a los eurocomunistas puros de la actual dirección (López Raimundo, Gutiérrez Díaz, Joan Busquets, Josep María Riera, etcétera), y a los bandera blanca o socialdemócratas Jordi Borja y Jordi Solé Turá.

El poco aprecio de la conferencia del PSUC por las tesis reformadoras de Santiago Carrillo resalta aún más al señalar que fueron presentadas con relación a las mismas nada menos que diecisiete enmiendas, de las cuales fueron aprobadas todas menos una que pretendía que el PCE se autodefiniera como «partido ateo».

Otro hecho muy singular fueron los ataques contra el propio Santiago Carrillo, pese a estar este presente.

Carrillo tampoco fue pareo a la hora de defender sus posturas. Su discurso a los reunidos no fue moderado sino duro, creando fuerte tensión.

Consecuencias inmediatas

No cabe duda que esta conferencia tendrá evidentes consecuencias inmediatas en el seno del PSUC y ello pese a que desde un principio se consideró que se trataba de un debate ajeno, ya que el carácter leninista del PSUC sólo puede ser modificado por su propio congreso.

Si, pese a ello, el debate logré una tan grave bipolarización, puede afirmarse que la celebración ahora de un congreso del PSUC en el que se pretendiera abandonar el carácter leninista de este partido podría tener una consecuencia de una enorme gravedad.

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