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Liechtenstein, ejemplo de cualidades al más alto nivel

El caso de Liechtenstein, país que acaba de ganar cinco medallas -una de oro- en los últimos Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino, no lo es tanto por su mínima extensión y población, sino por lo que tiene de ejemplo en el aprovechamiento de cualidades, lógicamente restringidas al más alto nivel. El pequeño principado centroeuropeo ha explotado al máximo sus magníficas posibilidades en esquí, incluso al amparo de las facilidades austríacas y suizas.

La Federación de Esquí de Liechtenstein cuenta con 1.600 licencias solamente, de las cuales cien pertenecen a buenos practicantes de la modalidad alpina y 150 a fondistas. Su única pista disponible no sirve para el descenso, pues se cubre en un tiempo de un minuto, cuando, al menos, se necesitarían dos. Por todo ello, desde 1974, los esquiadores del Principado se entrenan con los suizos -antes con los austriacos-, aunque esto no va a poder continuar en el futuro, en especial tras los éxitos obtenidos.Hasta 1974, la presencia de Liechtenstein en las grandes competiciones internacionales de la nieve fuemeramente episódica. Sus esquiadores ganaron las primeras medallas precisamente ese año en los Campeonatos del Mundo de Saint Moritz, luego de entrenarse con el equipo austriaco. Fueron Hanni Wenzel, vencedora del slalom especial y segunda de la combinada -tras los puestos obtenidos en los dos slaloms y en el descenso-, así como Willy Frommelt, tercero en el descenso, justo la prueba imposible de practicar en su país. A raíz de ello, por las críticas austriacas al haber «formado» su éxito, y al pedirles más dinero por su presencia, los esquiadores de Liechtenstein pasaron a entrenarse con Suiza.

Posteriormente, Hanni sería tercera del slalom y de la combinada, y Willy tercero del slalom y segundo de la combinada de los Juegos Olímpicos de Iiinsbruck de 1976. Ahora, en los Campeonatos de Garmisch, Hanni ha sido segunda de la combinada, Willy Frommelt tercero del slalom gigante, su hermano Paul tercero del especial y Andreas Wenzel, medalla de oro en la combinada y segundo del gigante.

Como se puede ver, la fama de Liechstenstein reside en dos familias de esquiadores: los Wjenzel y los Frommelt.

Los padres de Hanni y Andreas Wenzel se establecieron en el pequeño principado hace veinte años, siendo el padre encargado de la prevención de aludes de nieve. Nacido en los Sudetes checoslovacos fue expulsado en 1945 y pasó a trabajar para los príncipes de Liechtenstein en una de sus gran des posesiones. En 1972, con die ciséis años, Hanni Wenzel pudo haber ganado ya una medalla en Sapporo al reclamarla la Federación de la RFA, pero al final no lo hizo para no comprometer su estancia en el principado. Hanni es también ahora líder de la Copa del Mundo. En cuánto a los Frommelt, Willy, especialmente, el mayor, un esquiador que ha ganado medallas en juegos olímpicos y campeonatos del mundo siempre desde 1974, logró su formación y mejorás en Stams, la famosa escuela de esquí y estudios austríaca.

El ejemplo parece evidente. España sólo ha empezado a aprovechar sus calidades de esta forma con la vela y el piragüismo. Pero cabrían más deportes.

Liechtenstein es un pequeño principado de 24.500 habitantes, situado entre Austria y Suiza, con dieciséis kilómetros cuadrados de extensión. Posee la misma moneda -idéntico régimen aduanero y económico- y los mismos sellos que Suiza. Aparte de disponer de un pequeño ejército, casi simbólico, al estilo de la guardia vaticana, tiene una acreditada fama como paraíso fiscal, en sus once municipios, por los que se extienden sus renombrados castillos medievales.

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