La Eastern encuentra problemas para introducir el Airbús en EEUU

La introducción del Airbús A-300B, de fabricación europea, tropieza en el mercado de Estados Unidos con problemas muy similares a los que obstaculizaron las operaciones del supersónico Concorde en los aeropuertos de Nueva York.

El New York Times, en información de primera plana, dice que la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey ha objetado la utilización del aeropuerto La Guardia por el Airbús, poniendo en peligro la compra de veinte o más de esos aviones, que cuestan veinticinco millones de dólares cada uno, por parte de la compañía Eastern.Según el periódico neoyorquino, el consorcio europeo que fabrica el avión, y para el que la operación de quinientos millones de dólares con la Eastern es vital para introducir el A-300 en el mercado norteamericano, ha estado realizando discretas gestiones para superar el obstáculo planteado por la autoridad portuaria.

Esta alega que el Airbús, reconocido como el avión comercial menos ruidoso y más económico porque es birreactor y tiene capacidad para 229 pasajeros con menor gasto de combustible que otros aviones grandes, pesa demasiado para permitirle la utilización de un aeropuerto construido sobre tierra rescatada al mar.

La utilización del aeropuerto La Guardia es vital para las rutas en las que la Eastern piensa emplear el Airbús, y el problema radica no tanto en los límites de peso establecidos para las pistas, que fueron reforzadas al ampliarse el antiguo aeropuerto, sino en las vías de acceso.

La autoridad portuaria decidió inicialmente limitar el peso del Airbús a 268.000 libras para las zonas críticas del aeropuerto, lo que es bastante menos de las 320.000 libras que calcula la Eastern que cargará el Airbús en sus operaciones con Houston y que, según los ingenieros europeos, puede resistir sin peligro el terreno rellenado sobre la bahía de Flushing.