Antonio Fontán: "Estamos en un sistema de bipartidismo mitigado"

«Nos hallamos en un sistema de bipartidismo mitigado por las dos importantes funciones de la derecha y del Partido Comunista y por los dos bloques nacionalistas y de centro de vascos y catalanes. Un esquema comparable al de la mayor parte de las democracias europeas», dijo el presidente del Senado, Antonio Fontán, en la conferencia que pronunció anoche en el Ateneo madrileño con motivo de la presentación de la colección Ensayos Aldaba, de la editorial Magisterio Español.

«En España se ha alcanzado un compromiso para la democracia -añadió- entre derecha, centro e izquierda y, al mismo tiempo, un factor ajeno a los partidos, dotado de autoridad y provisto de la fuerza de la razón y de la historia, ha propiciado y avalado ese compromiso; ese factor nacional ha sido la Corona.»El presidente del Senado afirmó que en la España de 1978 se dan las condiciones necesarias para la constitución de un Estado democrático moderno, «que por tanto tiempo nos faltó». Se refirió seguidamente a la consolidación de las fuerzas políticas desde la inicial proliferación de pequeños grupos y afirmó que los comunistas españoles están actuando, en el contexto de la nueva democracia, democráticamente. «Hacen de la necesidad una virtud», comentó.

En cuanto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el señor Fontán dijo que está llamado a ser el partido socialista español, aunque en el momento actual, además de su propio espacio, que es el del marxismo democrático, ocupa el que en otros tiempos llenaron las izquierdas burguesas de filiación liberal o progresista.

«En el centro queda la Unión de Centro Democrático (UCD) -explicó-, que tiene una vocación de permanencia que hoy aceptan los otros partidos de la izquierda y de la derecha, y que sólo se discute -a nivel académico- entre las filas de la antigua democracia cristiana o de algunos liberales descolgados o marginados en junio.»

Según el presidente del Senado, la UCD postula como fórmula de Estado para España la Monarquía constitucional y democrática; como modelo de sociedad, el caracterizado por las libertades personales y públicas, como la libertad de expresión, de asociación y de enseñanza, y las libertades económicas en un sistema de mercado y de iniciativa privada; como estructura nacional, un amplio régimen de autonomías proporcionado a la individualidad, la historia y la vocación de los diversos pueblos de España, bajo la forma regional corregionalizable, pero con inequívoca unidad de Estado, soberanía y nación, sin verbalismos federables ni las utopías de la autodeterminación.

El profesor Fontán analizó los tres proyectos diferentes que se presentaban a finales del 75 en el panorama político español: ruptura, reforma y cambio, y señaló que el primero no llegó a ensayarse siquiera, el segundo fracasó porque no se enfrentó cara a cara con la auténtica realidad y fue el tercero el que encontró el camino. «La ley para la Reforma Política efectuó el cambio, al tiempo que sentaba las bases para la configuración de un Estado moderno para España. »