La memoria de monseñor Escrivá

Soy asidua lectora del señor Umbral («Diario para un snob»), y no hay día que no Incluya algo ofensivo para la memoria de monseñor Escrivá de Balaguer, o bien para la Iglesia católica y sus representantes. ¿A qué viene tanta chanza en cosas tan profundas, que afectan a la interioridad de las personas? Si no tiene creencias de ningún tipo, pues a través de sus escritos se desprende que es un amargado de todo y que está en contra de la sociedad a la que pertenece, a mi entender, debe respetar a su prójimo, no se puede mandar en sus ideas o sentimientos.Yo no pertenezco al Opus De¡, pero sí conozco por unas amigas el fin que tiene dicha asociación, y la figura de monseñor Escrivá se agranda, por el legado que dejó (que se note que somos cristianos en la vida diaria, en lo cotidiano, con nuestro prójimo, en una palabra, tomar la figura de Nuestro Señor Jesucristo como ejemplo constante de nuestra existencia). Si ha habido personas pertenecientes a dicha asociación que no se han comportado debidamente, eso no implica que se incluyan a todas las personas dignas y generosas que pertenecen a ella. De humanos es errar y esto también afecta a la Iglesia católica, que hay representantes de ella que no son dignos, pero los creyentes, en los que me incluyo, no vemos esas cosas con la malicia que otros quieren dar a los errores de unos cuantos y callar con intencionalidad la labor extraordinaria, que hacen continuamente en todos los sectores (hospitales, guarderías, dispensarios, colegios, etcétera...).