Gran malestar contra la empresa de la plaza de Valencia

El malestar contra la empresa de la plaza de toros de Valencia (que es la de Madrid) crece por momentos en los medios taurinos de aquella ciudad, y sobre todo a nivel de afición. Los incidentes que protagonizaron los toreros valencianos no incluidos en los carteles con los propios empresarios han supuesto la culminación de una queja continua y creciente contra la torpe gestión en la administración de una plaza cargada de historia y con innegables posibilidades artísticas y, comerciales.Julián, García, Santiago López (ambos vinculados a Valencia) y Ricardo de Fabra (valenciano de nacimiento) abordaron al consejero delegado de la empresa, Fernando Jardón y al gerente Alberto Alonso Belmonte, cuando éstos entraban en el mismo coso de la calle de Játiva, donde iban a celebrar una rueda de prensa para dar a conocer a los informadores los carteles definitivos de las Fallas.

Los toreros mencionados exigían un puesto, por lo menos, en estas corridas. La contraoferta, después de una discusión tensa, fue organizar una corrida en la maríana del día de San José con los tres diestros. Estos se negaron porque, en su opinión, el público valenciano ya está cansado de verlos juntos y preferían alternar, cada uno por separado, con los demás espadas del abono.

La afición valenciana no comprende las razones de la exclusión de los tres toreros, que es cierto no interesan rotundamente allí, en líneas generales, pero tampoco interesan otros que habían sido contratados. De momento, los empresarios han regresado a Madrid, no hay carteles, y se ha suspendido, o aplazado, la venta de abonos, que debía comenzar el lunes próximo. La impresión es que se incrementarán las corridas programadas con una más y habrá un reajuste de combinaciones, para dar entrada a los toreros valencianos.

La opinión más generalizada es que este año será el último que tendrá en arriendo la empresa de Madrid la plaza de Valencia, y se aviva con los propósitos manifestados por el presidente de la Diputación, Ignacio Carrau: que la subasta del coso esté hecha para junio y que la empresa adjudicataria sea valenciana o esté firmemente vinculada a Valencia.