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Primera asamblea de los trabajadores civiles de la Administración militar

Una asamblea de trabajadores dependientes de la Administración militar, sin precedentes en los últimos cuarenta años, a la que acudieron unas 1.500 personas, se celebró ayer por la tarde en la sede de la AISS (paseo del Prado, número 18-20) para reivindicar, entre otros puntos, el derecho a la libre sindicación.La reunión fue convocada por la coordinadora de trabajadores civiles de organismos dependientes de los tres Ejércitos, a través de las centrales sindicales, por carecer aquélla de entidad jurídica, «dadas las negativas y los impedimentos que hasta ahora se nos han interpuesto», en palabras de la mesa de la asamblea.

Como continuidad a la reunión de ayer se acordaron tres pasos a dar: solicitar una entrevista con el vicepresidente primero para Asuntos de la Defensa, señor Gutiérrez Mellado; precisar una tabla reivindicativa que contempla los siguientes puntos: libre sindicación libre acción sindical, 30.000 pesetas de sueldo mínimo con aumento de trienios, representatividad en los órganos gestores, equiparación en todos los aspectos a los demás funcionarios civiles, promoción profesional de acuerdo con la antigüedad y los estudios realizados, jubilación forzosa a los sesenta años y voluntaria a los treinta años de servicio con el 100% del sueldo real, estabilidad de empleo y 100% de sueldo en casos de enfermedad, servicio militar, etcétera, participación en el control de la seguridad e higiene en el trabajo e inclusión en la Seguridad Social, y en tercer lugar, continuar la acción reivindicativa en cada puesto de trabajo.

Al comienzo, dos voces, de entre las personas apretadas junto a las puertas, gritaron: «Si no son funcionarios, que se vayan.» Se referían a los representantes de las centrales sindicales sentados en el estrado, USO, UGT, CSUT, CNT y CCOO.

La mesa explicó que las centrales estaban allí porque gracias a ellas se celebraba la asamblea. La sala dedicó un gran aplauso.

Según el orden del día previsto, se explicó el origen y los avatares de la coordinadora. «Constitución de un grupo de trabajadores en junio pasado. Luego se elabora un documento destinado a los parlamentarios de AP, UCD, PSOE, PSP y PCE en el que se informa de la problemática general que afecta a 60.000 trabajadores, de los cuales unos 8.000 son funcionarios. Los parlamentarios contestan que esperan tratar el tema antes del mes de abril próximo. Por otra parte, con un escrito de setencias firmas, previamente se había solicitado que el decreto-ley para funcionarios públicos incluyera también a los civiles de la Administración militar, sin que se recibiera respuesta. En este sentido es también preocupante el intento del Ministerio de Defensa de crear un organismo de control asociativo o una asociación de funcionarios, que no serían otra cosa que un sindicato amarillo. Que cada cual se asocie como quiera, pero que todos tengamos derecho a la libre sindicación.»

Seguidamente se dio lectura al documento presentado a los parlamentarios. A continuación se explicó qué entendía la coordinadora por libertad sindical, subrayando que «el derecho a tal efecto debería seguir la pauta de la legislación de los países de la Comunidad Europea, pero no los argumentos que se aducen de defensa nacional, que engloban cuestiones laborales, económicas y sociales, decididas por personas que nada tienen que ver con nosotros. Este derecho también lo prevé la Declaración de los Derechos Humanos y es igualmente de carácter civil, como se recoge en el Pacto Internacional de Derechos Civiles».

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