El PCE se considera "marxista revolucionario" y heredero de Lenin

El Partido Comunista de España (PCE) se declara como un partido «marxista revolucionario», inspirado en las teorías científicas del desarrollo social elaboradas por los fundadores del marxismo y en sus métodos de análisis, según el artículo segundo de los nuevos estatutos del partido que, una vez aprobados por el Comité Central en la reunión que ha mantenido en Madrid el pasado fin de semana, serán sometidos a la aprobación del congreso de la organización, que se celebrará del 5 al 8 de abril, según decidió también el comité.El proyecto afirma asimismo que el PCE se considera heredero de la experiencia de Lenin y del resto de los revolucionarios. Sobre el tema del leninismo, un portavoz del PCE señaló que no se trata de entrar en una polémica «sobre si somos o no somos leninistas, sino de analizar nuestro propio camino y nuestra propia elaboración teórica, que difiere sustancialmente de la elaborada por Lenin en las condiciones de la revolución soviética». Se reconocen algunas de sus tesis, pero se abandonan otras.

El mismo portavoz agregó que el PCE ha elaborado una teoría particular del Estado, en la que se reconoce la posibilidad de transformación democrática del aparato estatal, lo que cambia fundamentalmente el análisis de la lucha de clases. El sentido de la reforma de los estatutos -que se parecen bastante a los que el PCE presentó para su legalización es, según nuestras fuentes, «oficializar lo que viene siendo la actividad y la elaboración teórica del partido desde hace varios años».

Entre las reformas que se contemplan, está la desaparición del sistema de cooptación que los anteriores estatutos permitía, para elegir a los comités, por lo que todos estos, incluido el central, deberán ser elegidos por sus bases. Asimismo, se crearán varios tribunales de garantías, a los que podrá recurrir cualquier militante que considere lesionados sus derechos, incluso por el Comité Central, con lo que estos tribunales estarán en cierto modo por encima del máximo órgano decisorio entre congresos. Los miembros de las dos instituciones serán incompatibles.

Asimismo, el partido adoptará el sistema de organización por agrupaciones «amplias y abiertas» y distribuidas territorialmente, con lo que desaparecerán las células, si bien este sistema, según el portavoz del PCE, dejó de usarse en realidad cuando el partido salió de la clandestinidad.

El Comité Central elaboró también quince tesis políticas, que serán igualmente sometidas al congreso. En las primeras de ellas se hace un análisis de la actuación del partido desde el alzamiento de la política de reconciliación nacional, que se considera «bastante lograda».

También se analiza el pacto de la Moncloa y el proceso que llevó a él, en sentido positivo, y se ratifica la postura del partido sobre la propuesta de un Gobierno de concentración nacional. Asimismo, se definen las vías fundamentales de actuación del partido en un futuro inmediato, en los campos de la política sindical, liberación de la mujer, problemas ciudadanos y del campo, cultura y educación, política exterior y defensa nacional.

Por otra parte, el Comité Central del PCE hizo al final de su reunión un llamamiento para que se celebren cuanto antes las elecciones municipales, en el que argumenta que el mantenimiento de «la situación de caciquismo en gran número de municipios perjudica gravemente la puesta en práctica de una serie de aspectos del pacto de la Moncloa, más directaínente beneficioso para los trabajadores».

El PCE considera necesaria la reelaboración por el Congreso de Diputados, con la mayor rapidez, del proyecto del Gobierno para las elecciones, a la vista de las «graves deficiencias» que encuentra en él y de que «no garantíza en absoluto» esa correspondencia entre resultados y voluntad del electorado.

Entre estas deficiencias se señalan el favorecim iento de los grupos actualmente mayoritarios, por los pocos puestos de concejales previstos, la utilización del sistema D'Hont, la elección directa de alcaldes y la no autorización del voto por delegación para los emigrantes.