La nieve y el frío asolan gran parte de España

La ola de bajas temperaturas, que mantuvo hace dos días a los ciudadanos de tres grandes poblaciones de Estados Unidos prácticamente encerrados en sus domicilios debido al pésimo estado de las carreteras y a las fuertes nevadas, ha llegado a España, después de recorrer el Atlántico y causar graves perjuicios en diversos países de Europa y Centroamérica.En nuestro país, estas condiciones climatológicas adversas han comenzado a dejar sentir sus efectos. Ayer, en la zona del noroeste, un total de veintiséis centrales telefónicas quedaron incomunicadas. Oviedo, Lugo, León, Orense y Palencia fueron las provincias más perjudicadas. Concretamente en Oviedo la situación fue especialmente grave, dado que por falta de suministro eléctrico, la mayor parte de las centrales telefónicas funcionaron con equipos de emergencia, de duración limitada.

En la provincia de León la nieve sobrepasó ayer el metro y medio de espesor. Los escasos vehículos que circularon lo hicieron con cadenas, y el servicio escolar quedó prácticamente paralizado. Los autobuses de línea regular tampoco efectuaron sus servicios, salvo contadas excepciones. No se pudo efectuar el reparto de prensa ni se distribuyó el correo. Algunos pueblos de las montañas leonesas solicitaron del Ministerio del Interior un helicóptero para atender las llamadas de urgencia, debido a que muchos de ellos permanecen incomunicados.

En el País Vasco, las lluvias han sido torrenciales. En San Sebastián se recogieron 35 litros de agua por metro cuadrado, y en Vizcaya las precipitaciones fueron de agua y granizo. En Alava continuó nevando durante toda la jornada de ayer y Navarra amaneció con una fuerte nevada, que se prolongó hasta bien entrada la tarde.

Puertos cerrados al tráfico

A consecuencia de la nieve y el hielo, gran número de puertos y carreteras tienen dificultades de circulación. Los puertos cerrados al tráfico son: La Brújula y La Pedraza, en Burgos, y El Escudo y Pozazal, en Santander. También permanece cerrada la carretera nacional 623 a su paso por Burgos y el Páramo de la Masa. En las carreteras que se citan a continuación es necesario el uso de cadenas:Nacional 1, Madrid-Irún, entre las provincias de Segovia y Burgos, y en Echegárate, entre Burgos y San Sebastián; nacional II, Madrid-Barcelona, entre Algora y Medinaceli y entre Calatayud y Morta, y en la nacional 211, Alcolea del Pinar-Teruel, por Molina de Aragón, entre los kilómetros 115 y 228.

En los puertos de Somport, Monrepos, Formigal y Santa Bárbara, del Pirineo aragonés; en la carretera de Medinaceli a Soria y Pamplona y de Soria a Logroño por el puerto de Piqueras; entre los kilómetros 20 y 36 de Granada-Sierra Nevada; entre los kilómetros 47 y 102 de la carretera Madrid-La Coruña, incluidos los puertos de Manzanal, Piedrafita y el Alto de los Leones; en el tramo de Benavente a Orens, por Puebla de Sanabria, Madrid-Segovia, en el puerto de Navacerrada y los kilómetros 50 al 87, Valencia-Zaragoza, por Teruel, Bilbao-Pamplona, por el puerto de Barazar; Granada y Murcia, por el puerto de La Mora; León-Oviedo, por el puerto de Pajares y entre León y Villamarín y en Lérida-Valle de Arán, entre los kilómetros 120 al 189, incluidos los accesos al túnel de Viella y los puertos de Verde y Viendeyolata.

También es necesaria la circulación con cadenas en todas las carreteras de las provincias de Burgos, Palencia, Soria, Zamora y Huesca.

En cuanto a las comunicaciones ferroviarias, ayer se produjo un incidente en las estaciones de Lezama y Artomana, en la provincia de Alava, en que los viajeros de un electrotrén procedente de Barcelona y un tranvía que venía de Logroño hubieron de permanecer toda la noche en el interior de los vagones, ya que el mal estado de las carreteras impidió su traslado en autobús. En el resto de los tendidos ferroviarios se circula con extrema precaución.

No obstante, el servicio meteorológico informó a última hora de la tarde de ayer a EL PAIS que la situación ha empeorado en todo el país y que las previsiones para hoy y mañana eran de mantenimiento o nuevos descensos en las temperaturas.

Numerosos daños en Europa

Esta ola de frío y viento afectó asimismo a grandes zonas del norte de Europa, destruyendo vida y propiedades. Tres personas murieron en accidente de tráfico en las carreteras británicas y una veintena han desaparecido en el mar. En Londres, el nivel del Támesis llegó tan sólo a 45 centímetros por debajo del nivel de desastres, por encima del cual las aguas comenzarían a correr por el centro de la ciudad. Los londinenses viven, pues, en medio de una enorme tensión, ya que las lluvias no cesan y la amenaza de auténtica catástrofe no está en absoluto descartada. En la capital mexicana, por su parte, fallecieron seis personas a consecuencia del frío. También en Grecia murieron otras tantas personas por idéntico motivo y los aviones militares abastecen de alimentos a numerosos pueblos del Peloponeso. Finalmente, cabe destacar que en los puertos belgas, franceses y holandeses, la navegación se encuentra cortada a consecuencia de fuertes vendavales.