Aviaco explica las razones por las que 87 pasajeros se encerraron en un avión

La compañía Aviaco hizo ayer pública una nota de prensa en la que explicó el desarrollo de los hechos que motivaron el encierro de 87 pasajeros en uno de sus aviones, tal como informaba EL PAÍS de ayer en su última página.

Según la citada nota de prensa, la imposibilidad de realizar el vuelo programado al aeropuerto de Bilbao desde Barajas se debió, en primer lugar, a la avería detectada en el avión Caravelle procedente de Palma que, según el plan previsto, debería realizar, tras una inspección en Madrid, el embarque y traslado de pasajeros a la citada ciudad del Norte.

Ante esta situación, y dado que en ese momento, 4.10 de la tarde, se tenía preparado otro avión, un Douglas DC-9 con su tripulación a bordo, se avisó urgentemente a los pasajeros, al tiempo que se cargaban los equipajes. Según previeron los técnicos aún tenían cincuenta minutos para las citadas operaciones incluida la situación en la pista y el despegue.

Sin embargo, la llegada de tres pasajeros con retraso, a quienes hubo que esperar en virtud de las disposiciones de seguridad y el número ocupado en la lista de salida por el Douglas DC-9, motivó un nuevo retraso mientras se solicitaba de la Jefatura Central de Vuelos de la compañía se diera preferencia en la salida del aparato sobre nueve aviones que estaban en la espera por delante.

A pesar de que esta petición fue atendida «dentro de las posibilidades existentes», el DC-9 se encontraba a las 5.15 en la cabecera de la pista de despegue, «hora definitivamente prohibitiva para dirigirse a Bilbao», ya que esta ciudad tiene un ocaso oficial que se cumple a las 5.30.

Los pasajeros se encierran

Según prosigue la citada nota, el pasaje fue avisado, a pesar de lo cual «exigieron que se les explicara la situación a bordo». Durante las tres horas que los 87 pasajeros permanecieron en el aparato, según manifestó Aviaco, se negaron a aceptar las indicaciones de la tripulación, del personal de tierra de la compañía «e incluso de las autoridades aeroportuarias, que conocedoras de la situación se personaron en el avión».

La compañía, que pone de manifiesto su diligencia en la actuación para resolver este «incidente fortuito», termina la información, ofreció, ante la demanda de los pasajeros, que éstos pasaran la noche en Madrid en un hotel cuya cuenca pagaría Aviaco y reemprender el viaje en un vuelo especial a las 7.30 de la mañana siguiente, medida que aceptaron cincuenta pasajeros. El resto prefirió elegir las otras soluciones, centradas en viajar por cuenta de Aviaco en cualquier medio de superficie o que les fuera reintegrada la tarifa del billete,