Desorientación y bulos

La incertidumbre y los rumores han sido las notas características de la semana bursátil. Incertidumbre porque los operadores no veían las perspectivas del mercado claras después de la gran recuperación de hace quince días, en buena parte ya materializadas por realizaciones de beneficios. Y rumores porque la confirmación de la fusión Central Ibérico, anticipada por EL PAIS, desató la imaginación del aburrido personal sobre otras operaciones de corte similar, razonando que los bancos desbancados (valga, la redundancia) tendrían que reaccionar y que la autoridad monetaria ve bien en estos momentos un proceso de concentración que reafirme el sector, ante la próxima entrada de la banca extranjera.Sea lo que fuere, después de una apertura semanal netamente vendedora, se ha producido una estabilización general de los cambios que permite un resquicio a la esperanza. Aunque el balance semanal resulta negativo en un 2,56 % este sostenimiento puede estimarse como positivo si repasamos la trayectoria general del mercado en los últimos meses y si no olvidamos que está el desdoble de capital de Telefónica por medio.

En la tanda los grupos más castigados fueron el bancario, el químico y el siderúrgico, que es tanto como decir los que más habían reaccionado anteriormente.