El eurocomunismo no es un recurso táctico
Durante hora y media -justo el tiempo de sus intervenciones-Manuel Fraga y Santiago Carrillo se llevaron tras de sí ayer tarde, desde el Congreso de Diputados al Club Siglo XXI, el foco de la actualidad política del día. El líder de Alianza Popular presentó al secretario general del Partido Comunista de España en el Club Siglo XXI, lleno a rebosar como nunca, ante cuyo auditorio el dirigente comunista pronunció una conferencia sobre el tema «Eurocomunismo y Estado».
«Aquí estamos Santiago Carrillo y yo. El, como conferenciante; yo, como directivo del Club, que ha recibido el honroso, aunque difícil, encargo de hacer su presentación», afirmó Manuel Fraga. El líder de Alianza Popular subrayó que no era necesario poner a Dios por testigo (en correspondencia a la frase dicha por Carrillo en el Congreso de «Dios sabe lo lejos que estoy de Alianza Popular y de Fraga») de que la distancia política e ideológica entre el Partido Comunista y Alianza Popular es muy grande.«No necesito tampoco», añadió el señor Fraga, «ante un público ilustrado y cortés como el que nos escucha, dar explicaciones de por qué estamos ahora juntos en esta tribuna». Después de hacer un análisis de las distintas trayectorias políticas de Carrillo y la suya («Carrillo luchó en las guerrillas al final de los años cuarenta; yo fui ministro de Información en los años sesenta, y de Gobernación en los setenta, y opuse las ideas de reforma a las de revolución»), Fraga expuso algunas ideas que él considera básicas en octubre de 1977. La primera es que es inútil mirar hacia atrás. «Todos tenemos historia», precisó, al mismo tiempo que afirmaba que las líneas divisorias de hoy no pueden quedar rígidas en fechas del pasado (1936, 1945 ó 1975), sino que deben pasar por «nuestros propósitos y nuestras conductas de hoy».
Fraga se refirió a continuación a los libros importantes escritos por Carrillo, el último de ellos Eurocomunismo y Estado, el cual «ha tenido una resonancia ilimitada porque con más decisión intelectual que ninguno de los otros revisionistas de los dogmas marxistas ha rebasado no sólo el estalinismo, sino también el leninismo». Finalmente, el líder de Alianza Popular hizo un retrato de Carrillo y de su militancia comunista. Del primero dijo: «Carrillo y yo nos hemos dicho de todo en la campaña electoral. Lo que hoy puedo añadir, sin rectificar, es que nos conocemos mejor. No sé lo que él piensa de mí, pero yo he entrevisto en él a un español, con las virtudes y los defectos de la raza, bastante bien plantados.» De la segunda, tomando como referencia unas declaraciones de la mujer de Líster afirmando que el actual Partido Comunista de España era un partido desclasado, que ha renegado del internacionalismo proletario y de la dictadura del proletariado, Fraga afirmó: «Nada más lejos de la verdad. Estamos ante un comunista de pura cepa y, si él me lo permite, de mucho cuidado, y, por eso, interesa oírle.»
"Ni recurso táctico ni socialdemocracia"
Seguro de sí, expresando sus ideas con fuerza, Santiago Carrillo comenzó su conferencia sobre eurocomunismo afirmando que su presentador había exagerado lo de «comunista de mucho cuidado». «Lo que hay detrás de mí -dijo-, es un partido político bien organizado, que ha tomado una opción resuelta y decidida por la democracia y por la libertad y que no se propone utilizar otras armas que las del sufragio universal». Tras definirse como «producto de una España atormentada», el líder comunista, que pronunció un discurso nada abstracto, con constantes referencias a los problemas políticos actuales, se describió «ni tan malo como dicen mis detractores, ni tan bueno como piensan algunos de mis amigos», aunque con cierta experiencia después de tantos años de exilio y que «ha visto estabilizarse en lo hondo de su conciencia, junto con sus ideas sociales y políticas, un poso de serenidad y una gran dosis de responsabilidad por la suerte de este país».El dirigente comunista subrayó que hoy en España el diálogo debe sustituir a los fusiles y los centros de debate a las trincheras. Después analizó brevemente, desde una perspectiva filosófico-histórica el marxismo, para venir a concluir que el eurocomunismo marca ciertas diferencias con lo que podría llamarse comunismo tradicional y clásico. «El eurocomunismo se propone transformar la actual sociedad por una vía democrática, conservando y manteniendo la democracia, las libertades y los derechos humanos cómo valores inalienables y permanentes». El secretario general del PCE, que rechazó con energía que el eurocomunismo fuese un simple recurso táctico o una modalidad de socialdemocracia, explicó que la firma, por los comunistas del pacto de la Moncloa debe analizarse dentro de su estrategia eurocomunista de transformación de la sociedad. «Somos conscientes -subrayó-, que el 15 de junio el país no votó por la transformación socialista de la sociedad, sino simplemente por el cambio democrático.»
Tras calificar la actuación del PCE después de las elecciones de «serena y responsable», él dirigente comunista-declaró que su partido es independiente de cualquier Estado, incluso comunista, opuesto a la política de bloques militares («estimamos que hoy la OTAN y el Pacto de Varsovia son organismos de influencia y no sirven al fin de mantener-un equilibrio estratégico»), y de clara voluntad europeísta. «Todo esto -concluyó el orador- no significa que nos desinteresemos de la defensa nacional. En el Parlamento y fuera de él nuestro partido abogará por que las Fuerzas Armadas estén dotadas de medios modernos de defensa, por que se desarrolle una industria nacional de defensa.»
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