La Asamblea portuguesa aprobó la reforma judicial

Tres proyectos de ley sobre la reforma del sistema judicial han sido aprobados el viernes en la Asamblea de la República, con el voto favorable de los diputados socialistas y comunistas. Los grupos parlamentarios del Partido Socialdemócrata y del Centro Democrático y Social han votado en contra.No se trata, formalmente, del inicio de la nueva sesión legislativa, fijado para el día 15 de octubre. Los diputados se han reunido tres días esta semana, en una sesión suplementaria de la primera, a fin de permitir que sea respetada la cláusula constitucional según la cual la reforma judicial -destinada a adaptar los tribunales a la nueva Constitución- debería ser culminada durante el primer período legislativo.

Pero estamos a menos de una semana del inicio del año parlamentario, y es evidente que estos trabajos han sido seguidos con atención por todos aquellos que intentan prever el comportamiento de las distintas formaciones políticas en el futuro próximo.

Dos hechos constituyen una sorpresa relativa: la famosa «mayoría de izquierda» ha funcionado, contra las previsiones de los que auguraban una oposición sistemática por parte de los comunistas, socialdemócratas y centristas han votado juntos contra las proposiciones del Gobierno, reconduciendo su «convergencia democrática».

La aritmética parlamentaria da credibilidad a los rumores de pasillos, según los cuales el acercamiento PS-PSD marcaría un cierto retroceso.

La impresión que prevalecía al principio de la semana era que Sa Carneiro y el estado mayor del PSD querrían ganar tiempo, provocando una postergación de la nueva sesión legislativa, sea para darse más margen para presionar a los socialistas, sea para conocer más profundamente las intenciones del presidente Ramalho Eanes.

Con la aprobación de las leyes sobre los tribunales, el estatuto de los magistrados y el funcionamiento del ministerio público, desaparece el motivo que podía ser invocado en favor de tal postergación.