Discreta actuación española en el Jarama

Los entrenamientos oficiales del trofeo Villa de Madrid, prueba puntuable para el Campeonato de Europa de fórmula-3, han supuesto una gran decepción para la totalidad de los pilotos españoles que van a tomar parte en la carrera. El mejor de todos ellos, Canomanuel, miembro del equipo nacional, sólo conseguía hacer el décimo mejor tiempo, distanciado en más de un segundo y medio del registro de Picquet. El brasileño, autor del mejor tiempo de entrenamientos, lograba un buen 1-27-14, superando, por sólo dos décimas, el crono de Olofsson.Por su parte, Chinzani, líder del campeonato, quedaba en cuarto lugar, quejándose de un motor falto de potencia, así como de una mala elección del motor que llevaba su monoplaza.

El resto de los españoles quedaron en las posiciones siguientes: tras Canomanuel se clasificaba Rosich en el puesto doce, lugar muy meritorio si se tiene en cuenta que el catalán tuvo que disputar los entrenamientos con unas ruedas prestadas por otro piloto, pues él no tenía dinero para comprar unas nuevas. En el puesto quince, Villacieros, el otro componente del equipo nacional, sólo conseguía un tiempo discreto, lejos de las posibilidades que, a priori, se le adjudicaban. El piloto se quejaba de falta de potencia en su motor, aunque su moral distaba mucho de ser la de un hombre que aspire a los puestos de cabeza. Finalmente, el otro español, Peñacoba, se clasificaba en decimoctavo y último lugar, después de haber trabajado muchísimo tratando de resolver los graves problemas de estabilidad de su vehículo.

De la idea de la igualdad entre los pilotos que siguen el campeonato es buena prueba el hecho de que los siete primeros calsificados están separados por menos de un segundo.