Acercamiento de los socialistas portugueses a Angola y Mozambique
Manuel Alegre, miembro del Gobierno y de la dirección del Partido Socialista ha dejado Lisboa el domingo para un viaje africano que lo llevará a Mozambique y Angola.Como el mismo Alegre lo afirmó a su partida, no se trata de una visita oficial, sino de una «misión de buena voluntad» de los socialistas Portugueses, que están enviando los mayores esfuerzos para mejorar sus relaciones con los movimientos que asumen el poder en las antiguas colonias africanas de Portugal.
A pesar de la insistencia con que Manuel Alegre ha afirmado que se trata de una misión exploratoria, en representación personal de Mario Soares de la que no se deben esperar efectos inmediatos, dos acontecimientos Internacionales vienen a dar a este viaje una importancia que sobrepasa las fronteras portuguesas.
La visita del dirigente socialista portugués se sitúa entre la gira africana de Guiringaud, jefe de la diplomacia francesa, y la visita que será efectuada a diversas capitales africanas por una delegación de la Internacional Socialista, de la que forma parte el ex primer ministro sueco Olof Palme. Por más que Guiringaud haya afirmado en París que su viaje fue positivo a pesar del desaire sufrido en Dar es Salam, la ofensiva diplomática francesa en Africa no parece haber alcanzado un éxito en proporción con las esperanzas que Giscard d'Estaing alimenta en torno de Africa.
La misión de la Internacional Socialista, que visitará Africa a principios de septiembre, tratará, sin ninguna duda, de sacar diviendos de la discreta, pero no por esto menos activa presencia de numerosos consejeros y técnicos, oriundos en particular de los países escandinavos, en las naciones africanas que alcanzaron recientemente su independencia. Al apoyo moral y político dispensado a los movimientos de liberación por algunos partidos socialistas y socialdemócratas durante sus luchas armadas, ha seguido una cooperación técnica y una asistencia que son una buena base para encarar formas de aproximación política más ambiciosas.
Las difíciles relaciones del Partido Socialista portugués con el Frelimo y el MPLA, aunque en franca mejoría desde hace unos meses, son una sombra que se pretende disipar con esta visita de Manuel Alegre. Deseada por el presidente Ramalho Eanes y por los dirigentes de la Internacional Socialista la aproximación entre los partidos del poder en Lisboa, Maputo y Luanda debería en los próximos días registrar progresos sensibles. Uno de esos progresos puede surgir del anuncio hecho en Lisboa de que los primeros contingentes de repatriados de Angola que manifestaron su deseo de regresar a su patria de origen abandonarán Portugal a principios del próximo mes.
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