La patronal, intransigente en Lugo

Tampoco ayer se encontró solución al conflicto del transporte lucense, a pesar de las largas horas de deliberación llevadas a cabo entre patronos y trabajadores. Tres horas de discusión por la tarde sirvieron para demostrar que esta vez fueron los patronos los más intransigentes, ya que insistentemente se negaron a admitir cualquier aumento salarial que no sea el representado por la aplicación, a la provincia de Lugo, del convenio de transporte que rige en Pontevedra.

A última hora, la parte social rebajó casi todas sus peticiones hasta dejarlas en el aumento aludido, incrementado con un plus de 61 pesetas diarias, pero aun así no fue posible la negociación. Según pudo saber EL PAIS existe fuerte presión en los transportistas de viajeros, algunas de cuyas empresas podrían estar en difícil situación económica. El portavoz empresarial en la negociación, propietario de la empresa Montaña, hizo mucho hincapié en la grave situación económica por la que atraviesa, en su opinión, el país, y puso en duda incluso la permanencia del actual ministro de Trabajo cuando llegue el próximo mes de octubre. «No es sólo el transporte -dijo en la asamblea-, somos todos. España está en quiebra.»Por el contrario, un sector importante de empresarios, principalmente distribuidores de productos comerciales, se muestran preocupados ante las dificultades para que se termine la huelga, y celebran reuniones por su cuenta para estudiar la situación. En su opinión, las peticiones actuales de los trabajadores empiezan a ajustarse a la realidad y deberían ser tomadas en cuenta.

En la mañana de hoy volverá a intentarse una nueva negociación.