El Cádiz, sin más objetivo que mantener la categoría

Han tenido que pasar 66 años para que el Cádiz, en sus inicios llamado C. D. Mirandilla, alcanzase la Primera División. El conjunto gaditano es, pues, junto con el Rayo, debutante en la máxima categoría del fútbol español. Su única aspiración es mantener la categoría. Para ello habrán de superarse los problemas suscitados entre el presidente y los jugadores desde el torneo de La Línea. La unión llevó al equipo a Primera. Lo contrario puede significar su descenso.

El Cádiz comenzó su andadura futbolística allá por el año 1910, con el nombre de Mirandilla C. D., llamado así por el barrio en el que estaba enclavado el campo de juego.Más adelante nace el Cádiz como tal, en 1936, y a partir de ahí comienza su escalada por el fútbol nacional, escalada que culminó el pasado año con el ascenso a Primera. Once temporadas militó en Tercera y doce en Segunda, de las cuales las siete últimas fueron consecutivas. En estas siete temporadas, el cuadro de la Tacita de Plata hubo de solventar tres promociones de descenso, circunstancia que superó favorablemente.

El objetivo del club gaditano de encontrarse entre los grandes se persiguió también en varias ocasiones. Sin embargo, año tras año, este logro parecía inalcanzable, y siempre se esfumó, pese a que por el equipo pasaron buenos jugadores y técnicos consagrados.

Tuvo que ser un entrenador modesto, que inicialmente no parecía contar con elevadas posibilidades, quien llevase al equipo arriba. Enrique Mateos obró el pequeño milagro y se ganó, primero a sus jugadores, y luego a la afición gaditana que, en numerosos encuentros del Ramón de Carranza, llegó a corear su nombre. Mateos unió a todos, aunque ahora, lamentablemente, las discrepancias económicas aparecidas en el reciente trofeo de La Línea han venido a enturbiar esa simbiosis directiva-jugadores.

Una plantilla equilibrada

El Cádiz cuenta con una aceptable plantilla. Santamaría es el portero titular, un excelente meta que ya acreditó su valía en Primera con el Racing. Su experiencia será fundamental este año. Las líneas de atrás, después de la marcha del prometedor Botubot al Valencia, se reforzaron considerablemente. Primero, con el veterano Barrachina, a mediados de la temporada anterior, y ahora con el lateral Pedrito, del Calvo Sotelo, y el españolista Canito, aunque éste figura en calidad de cedido, pese a que el reglamento prohíba las cesiones entre equipos de la misma categoría. Son las clásicas trampas burocráticas que todos los clubs efectúan cuando la ocasión lo requiere.

El internacional chileno Carvallo, un hombre de indudables condiciones técnicas y capitán del equipo, da tono al medio campo. Con él forman el ex-bilbaíno Ibáñez y Ortega, uno de los numerosos jugadores «perdidos» por el Madrid de su inmenso control de futbolistas. En la punta ofensiva se encuentran los elementos más cotizados del actual equipo andaluz. Los extremos Villalba y Mané son rápidos, habilidosos y, apoyados por el veterano Quino, suelen ofrecer un juego espectacular. Este año puede significar su definitiva consagración. La delantera se ha complementado con el extremo canario Miguel Angel, hombre censurado en las islas y típico caso de incomprensión por parte de los aficionados insulares.

PLANTILLA: Porteros: Santamaría, Bocoya y Simeón. Defensas: Lobato, Pedrito, Cenitagoya, Cuiñas, Urruchurtu, Puig, Rosado, Barrachina, Román, Catalán y Canito. Centrocampistas: Carvallo (Chile), Ibánez, Juan Antonio, Ortega, Blanco y Escobar. Delanteros: Villalba, Mané, Quino, Otaolea, Martínez y Miguel Angel. Aparte de los mencionados, son nuevos Lobato (Betis), Román (San Fernando), Simeón (Jerez Industrial) y Escobar, de los juveniles.

Un presupuesto de 129 millones, diez mil socios, y tres aspiraciones por delante: superar las discrepancias y enfrentamientos actuales entre presidente, jugadores y entrenador; mantener el próximo año la categoría y... solventar el déficit económico, unos 45 millones, que arrastra el club al comenzar esta temporada.