No existen viviendas sociales en la capital

Las 5.000 viviendas calificadas de sociales existentes en Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Aranjuez, serán adjudicadas entre las 73.000 familias que las solicitaron en base a la observación rigurosa de que ninguna de las familias tenga unos ingresos anuales que superen el 11 % del precio total de la vivienda, según aseguraron a EL PAIS fuentes próximas al Ministerio de la Vivienda.El número de familias solicitantes cuyos ingresos no superan el 11 % se aproxima a las 8.500.

Estas tendrán prioridad absoluta sobre las familias residentes o laborantes en los pueblos en los que están ubicadas las viviendas que rebasen la cifra señalada.

El conflicto de las adjudicaciones de estas viviendas ha sido provocado, según las mismas fuentes, por la confusión sembrada desde el mismo Ministerio en el sentido de que este organismo había hablado de viviendas existentes en Madrid, lo que motivó que la mayoría de los solicitantes señalaran en sus instancias que querían una vivienda en Madrid y no en los pueblos en los que residen.

La inexistencia de viviendas sociales -ya que como tales no se ha construido ninguna, sino que se ha cambiado la calificación a las que se habían levantado con subvención ministerial- se debe a que de más de cuarenta proyectos presentados, sólo el perteneciente a Visonsa se ajustaba a los requisitos que exigen a estas viviendas.

Aranjuez, disconformidad vecinal

En Aranjuez existen 1.504 viviendas cuya construcción se inició con un expediente de promoción directa del Instituto Nacional de la Vivienda y cuya forma de pago era por medio de subvención. Estas viviendas sufrieron el pasado junio un cambio de calificación por el que se convirtieron en sociales.La reacción de los vecinos del pueblo ante este hecho quedó patente en una asamblea celebrada ayer y en la que participaron unas 1.200 personas, en la que manifestaron su disconformidad por el cambio de calificación en base a que el resultado de ésta se concreta en que las viviendas, ahora sociales, existentes en el pueblo, no serán adjudicadas de manera exclusiva a las familias residentes en el pueblo, sino que de forma segura sólo podrán contar con ellas quienes obtengan unos ingresos no superiores al 11 % total del coste de la vivienda.

Otro punto discutido en la asamblea de Aranjuez fue la extrañeza vecinal ante el hecho de que más de 5.000 familias del pueblo habían solicitado una vivienda social, mientras que en las listas sólo aparecieron poco más de mil peticionarios.

La confusión, según fuentes ministeriales, ha sido originada por el hecho de que los solicitantes creían en la existencia de este tipo de viviendas en Madrid, mientras que la realidad es que sólo existen en tres pueblos de la provincia, ya que las primeras viviendas sociales que se construyan en Madrid no se podrán adjudicar hasta pasado un plazo mínimo de dos años.

Finalmente, en la asamblea de Aranjuez, todos los participantes manifestaron su disconformidad con la forma de pago de las viviendas sociales y nombraron una comisión encargada de negociar directamente con el Ministerio el precio y forma de pago de las viviendas.

Desacuerdo con la forma de pago de las viviendas

El desacuerdo mostrado por los vecinos de Aranjuez en cuanto a la forma de pago de las viviendas no es un hecho aislado. La fórmula no ha sido aceptada, por ninguna de las entidades ciudadanas afectadas por remodelaciones que traían consigo el pago de las viviendas como si éstas se trataran de sociales. Los ejemplos más recientes son Vallecas y los chabolistas del barrio de Bilbao.Junto a las propuestas de cambiar la vivienda antigua por la nueva, las entidades vecinales se han mostrado favorables a la subvención estatal. Fuentes ministeriales declararon a EL PAIS que la fórmula idónea consistiría en que el Estado subvencionara el 30% del coste total de la vivienda, un 20% de entrada que fácilmente podría ser conseguido en las Cajas de Ahorros, y pagar el 50% restante en un plazo mínimo de cinco años.

Mientras éstas u otras fórmulas no se articulen de una manera adecuada, ni los vecinos de Aranjuez ni ninguna de las familias afectadas por problemas de vivienda aceptará el sistema de viviendas sociales, que no parece satisfacer a nadie.