Casi seis mil españoles "veranean" en los Alpes
Durante los meses de verano son muchos los montañeros que, aprovechando las vacaciones, salen del país para conocer y recorrer otros macizos montañosos. Los Alpes son los más visitados, y no sólo por los españoles, sino por escaladores de todo el mundo.Para poder hacerse una idea de la cantidad de personas que este año han cruzado la frontera en dirección hacia nuevas cimas, hay que tener en cuenta que hasta el mes de mayo la Federación Española de Montañismo había expedido solamente unas 55 licencias de salida. Sin embargo, durante el mes de junio y julio se han concedido 433 licencias. Es decir, un total de 488, lo que equivale, aproximadamente (pues cada licencia vale para varias personas) a unos 3.000 montañeros, lo que realmente es una cifra considerable.
Esto sin contar con todos aquellos que, sin estar federados ni pertenecer a ningún club o sociedad, también están saliendo a los Alpes, con lo cual se calcula que la cifra se puede doblar hasta convertirse en cerca de 6.000.
La mayoría de ellos van a la zona francesa; luego, por orden de preferencia, a los alpes italianos y, por último, a los suizos.
Tan numerosa afluencia representa un problema importante para la Federación: no saber la verdadera calidad de todos los montañeros que salen al extranjero. Se da la circunstancia de que muchos de los jóvenes que van con el proyecto de subir, al Cervino, Mont Blanc, los Drú, etcétera, no tienen una buena preparación ni física, ni técnica. Quizá algunos ni siquiera han pisado los Picos de Europa o los Pirineos. Salen de La Pedriza o de Montserrat creyendo que, por ser allí unos buenos escaladores en roca, van a poder enfrentarse con las grandes paredes alpinas de mayor longitud y altura; con un tipo de roca desconocido y con un clima muy duro a veces.
Por supuesto que la FEM se cuida de aconsejar y preparar a los jóvenes montañeros, pero hay que tener en cuenta que solamente unos pocos son los que se inscriben en los cursos de la Federación. Una gran parte de la juventud no están federados y ni siquiera pertenecen a un club. Por esta razón es imposible el intentar cualquier labor de preparación y control de estas personas.
Es de sobra sabido que, la gran mayoría de los accidentes de montaña suelen producirse por causas ajenas a los escaladores. Desprendimientos, aludes, ventiscas, etcétera, son las principales causas, sobre todo en los Alpes. Pero, también, muchas veces, la falta de preparación y de experiencia ante empresas de tal envergadura.
No se puede olvidar, como se ha dado a conocer estos días, que sesenta montañeros han muerto ya en los siete primeros meses del año en los Alpes, otros 47 sufrieron heridas y cinco desaparecieron. Muchos fueron sorprendidos por el mal tiempo o por avalanchas de nieve inesperadas.
