El marco postelectoral es sustancialmente estable
La prensa italiana de ayer viernes concuerda en definir el voto español como europeo y en recalcar que el marco político español postelectoral es sustancialmente estable.Según La Repubblica, de Roma, el pueblo español ha dado prueba de: gran equilibrio político. «Como se había previsto -dice el diario-, el árbitro es Suárez.» « Los socialistas -sigue- no son más que una versión moderada de los socialdemócratas.» «Por ello -dice La Repubblica- puede afirmarse que el eje de la política española está en un centroizquierda que dispone prácticamente de tres cuartos de votos y escaños.»
Los electores españoles, sostiene Corriere della Sera, de Milán, han votado «como ciudadanos de Europa del Norte por un partido moderado-pragmático y por uno socialista-reformista». Según el diario, el partido moderado-pragmático que guiará a España habrá de afrontar el separatismo vasco y el autonomismo catalán, garantizar la estabilidad de Gobierno sin sufrir condicionamientos de derecha ni «sustraer a los socialistas la función de alternativa» y afrontar la inflación y las correspondientes reivindicaciones salariales.
La Stampa, de Turín, destaca también lo moderado del voto. Según el diario, Suárez puede gobernar solo, pero «ello no excluye un pacto, tácito o explícito, entre los dos partidos mayores sobre los problemas más inmediatos», como la Constitución y la crisis económica.
Las elecciones españolas, dice Il Giorno, de Milán, encerraban «dos peligros: una victoria de los ex franquistas, o una neta afirmación de las izquierdas, suficiente para calificarlas como fuerza de Gobierno». La victoria de Suárez, concluye el diario, «ha evitado ambos peligros».
Según A vanti, órgano del PSI, el peso de los socialistas españoles «es muy superior al de la coalición de Suárez, aunque ésta haya tenido unos votos más». De hecho, sigue el diario, «los socialistas están unidos, son el único gran partido nacional, son el partido de la España que avanza».
El órgano de la Democracia Cristiana, Il Popolo, estima que el voto español «más que representar el paso a una democracia real (aún condicionada por excesivas supervivencias de viejas estructuras de poder autoritario y centralista), inaugura una fase de transición, delicada y difícil, que requerirá la participación convencida de todas las fuerzas políticas y sociales para desarrollarse hacia salidas de democracia auténtica y concreta».
Comentando los resultados alcanzados por los comunistas en el órgano del PCI, L'Unita, el líder comunista italiano Giancarlo Pajetta afirma: «La incansable actuación de los comunistas españoles no sólo se dirigió a fortificar y arraigar una organización clandestina de partido, sino que llegó a afectar las cumbres y los cuadros de todas las fuerzas políticas, sin exclusión alguna.»
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