El Barcelona quiere a Quini a toda costa

El secretario general del Barcelona, Joan Granados, llamó en los últimos días del mes de mayo al domicilio particular del nuevo presidente del Sporting, Manuel Vega-Arango Alvaré, para comunicarle que el conjunto azulgrana estaba dispuesto a fichar a Quini a cualquier precio. Granados, que hizo ver al presidente sportinguista que estaban convencidos de que no podrán conseguir un título sin el concurso de Quini, apuntó la cifra tope sobre la que el Barcelona estaba dispuesto a negociar: justamente ochenta millones de pesetas, la que el Sporting ha puesto como precio mínimo. El secretario azulgrana quiso también conocer la ideología política del nuevo presidente del Sporting, dejando entrever que incluso estaban dispuestos a apoyarle en este terreno si el señor Vega-Arango Alvaré tenía ambiciones políticas.Este parece ser el arranque auténtico de las renovadas negociaciones que el Barca vuelve a entablar con el Sporting y que pueden, concluir en el transpaso más espectacular de la historia del fútbol español. A lo largo de los últimos días se han venido barajando cifras que, pese a su altura, incluso se quedaron por debajo de esos ochenta millones que constituyen la cifra real de la oferta. En principio, la respuesta de la nueva directiva del Sporting -que parece dispuesta a seguir la misma línea de la anterior-, fue negativa, aunque, con una cantidad similar por, medio, parece dispuesta a reflexionar sobre el tema, y a someterlo, si fuera preciso, a la opinión de los compromisarios en la próxima asamblea general. En consecuencia, ahora sí que puede decirse que el traspaso de Quini es posible, aunque no de forma inmediata.

El Sporting entra ahora en una etapa en la que está dispuesto a asturianizar el equipo, siguiendo los pasos de los clubs vascos. La fructífera cantera y la recuperación de jugadores asturianos de equipos de fuera de la región -el valencianista Juan Carlos es el más deseado, en estos momentos- pueden ser los primeros pasos.