Maertens no se dejó sorprender en la cuarta etapa
Freddy Maertens no se dejó sorprender en el sprint de la cuarta etapa del Giro, Isernia-Pescara de 228 kilómetros. Tras una recta de cinco, al borde del mar, que le favorecía, se colocó en cabeza a quinientos metros de la meta, bien ayudado por su equipo, y superó a Henri Van Linden, Borgognoni, Gualazzini y todo el pelotón. El belga conserva así la «maglia rosa», aunque siempre con tres segundos sólo de margen sobre Moser, al no haber bonificaciones en las llegadas, como en la reciente Vuelta a España.
La novedad de la etapa, que se corrió a ritmo muy lento, aunque hizo menos calor que el agobiante de días anteriores, fue el robo de bicicletas y material al equipo de Gimondi, el Bianchi. El último vencedor del Giro espera ahora una bicicleta a su medida, pues tuvo que hacer la etapa con una parecida. Hoy se corre la quinta, Pescara - Spoleto - Monteluco, de 215 kilómetros, con final de etapa en el monte Luco. Es la primera etapa montañosa y pueden producirse importantes diferencias en la clasificación general.
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