Veteranía y nombramientos

Marcial Pina, uno de los dos «rubios» de la última rebelión barcelonista, ha encontrado nuevo equipo a sus casi 31 años. El Atlético de Madrid, tras la baja confirmada de un jugador que nunca fue santo de la devoción de Rinus Michels, se ha arriesgado a contratarle por dos temporadas. Cuatro millones y medio de pesetas por cada una, lo que cobraba en el Barcelona, es un buen precio y sin ser humillado.El riesgo, no obstante, es relativo para el cuadro rojiblanco, porque Marcial es aún un elemento aprovechable y capaz de encajar en cualquier equipo de entidad. El Atlético, además, parece ya acostumbrado a hombres veteranos, pues precisamente esta temporada ha encontrado en Alberto el eje fundamental de su bloque. La idea de utilizar la veteranía de Marcial puede dar buenos resultados.

Con todo, aunque la noticia de ayer fue este fichaje, la de hoy, con influencia a un nivel bien distinto, es la aprobación en el Consejo de Ministros, salvo un retraso inesperado, de los nombramientos de los cinco subdirectores generales integrados en el Centro Superior de Educación Física y Deportes, también de nueva creación. Benito Castejón necesita este paso para seguir su marcha, pero el camino, tras la aparición de la Subsecretaría de la Familia, Juventud y Deportes, tiene aún muchas espinas.