El ascenso del Rayo se ha complicado en las últimas jornadas
El Rayo Vallecano, a tan sólo cinco jornadas del final de la Liga, nunca había estado tan cerca de lograr, por fin, el ansiado ascenso. Sin embargo, los malos resultados de sus últimos encuentros, y la excesiva cercanía del Cádiz y Oviedo han hecho que la inquietud y el nerviosismo dominen a los de Vallecas que aún puede verse privados del ascenso.
El Rayo tiene a su favor un calendario sencillo para los encuentros que le quedan. Recibe el domingo al Valladolid, viaja después a Vitoria recibe al Barcelona Atlético, viaja al campo del San Andrés y termina en casa ante el Getafe. Suponiendo que los rayistas lograran los seis puntos que juegan en su casa, aún así podrían no serles suficientes ya que el Cádiz tiene un calendario más sencillo y podría llegar a superar incluso al mismísimo Sporting, al que le quedan tres desplazamientos complicados a Tenerife, Granada y Oviedo.El Cádiz juega el domingo en casa ante el Alavés, viaja a los campos del Barcelona Atlético y del Getafe, y recibe, por último, al San Andrés y al Tarrasa.
El cuarto equipo en discordia es el Oviedo, en línea totalmente ascendente. Los ovetenses, a pesar de contar con un punto menos que el Rayo y el Cádiz podrían amargar la fiesta a los vallecanos, ya que sólo deben viajar a Córdoba y al campo del Levante, y recibir al Tarrasa, Coruña y Gijón.
Todas estas cábalas surgen, claro está, de la total impotencia que ha mostrado el Rayo en vencer fuera de casa. Desde el pasado 13 de febrero los vallecanos no han logrado puntuar fuera, y si continúan la, racha el ascenso podría írseles de las manos. Los encuentros que deben jugar fuera no son especialmente difíciles, y para seguridad de todos deben obtener un, par de puntos ya sea en Vitoria -algo más difícil- o en Barcelona ante el San Andrés.
Otra posibilidad no muy remota sería la de cuádruple empate en cabeza. En este caso los resultados entre los cuatro equipos en liza decidirían cuál es el que no asciende.
En este caso los resultados favorecen al Rayo, que ha vencido a los tres equipos en casa y ha empatado en Gijón, vencido en Oviedo y solamente ha perdido en el campo del Cádiz.
Necesidad
En el terreno administrativo, la directiva desea y necesita el ascenso. Actualmente el Rayo tiene casi 7.000 socios que pagan una cuota mensual de 150 pesetas. El ascenso supondría doblar esta cifra, y todo ello con mínimos gastos de nuevos jugadores ya que, según palabras de su secretario técnico señor Olmedo, el Rayo no puede ni quiere hacerse de grandes fichajes. Tal vez la pauta la marque el reciente fichaje del carabanchelista Silva, un hombre oportunista del área, quizá con falta de velocidad, pero buen rematador, como demuestran los goles que lleva conseguidos en lo que va de Liga. De todas maneras a estas alturas la directiva rayista está mucho más preocupada de las cinco jornadas que quedan que de lo que va a pasar después, y menos aún de los fichajes y renovaciones de plantilla. Es cierto que García Verdugo, el entrenador, ha tenido los típicos problemas de roce con jugadores, y es cierto que se ha especulado con su salida del club. Sin embargo esto no puede ser más que la marejadilla de fondo que aflora cuando las cosas no salen a la perfección, y que a la larga no suele pasar de mera especulación. Es lógico pensar que si el Rayo no quiere destaparse con fichajes caros, habrá que cuidar la cantera que forma el equipo de aficionados, los cinco de juveniles y los dos infantiles del Rayo. El posible ascenso del equipo de Vallecas reportaría beneficios a los buenos aficionados y no entorpecería en nada el taquillaje del Real Madrid ni del Atlético. Los dos grandes no ven con malos ojos el ascenso del Rayo, y es que mientras no se refleje en lo económico no hay problemas, antes bien, sería una jornada de desplazamiento a jugar en Vallecas, y esto, que podría parecer ridículo dentro de las inmensidades económicas del Real y del Atlético, también se tiene en cuenta.La continuidad del taquillaje en el Bernabéu y en el Calderón lo aseguran las mismas ca Í racterísticas del campo de Vallecas. En primer lugar, los partidos continuarían disputándose por la mañana, y el hecho de las 16.000 personas de cabida del campo facilita el resto. Para entonces, el Rayo contaría casi con toda seguridad con 14.000 socios por lo que sólo quedarían a la venta. 2.000 entradas para cualquier encuentro, y esto no es público que se pueda notar en el taquillaje.
De los grandes
Todos los caminos, pues, parecen facilitar el hecho del ascenso del Rayo. Ahora sólo queda lo más difícil: cinco jornadas que traen de cabeza a directivos, técnicos y jugadores, pues también, ellos, faltaría más, se beneficiarían de jugar en Primera División.
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